Colinas siempre verdes que serpentean con el mar, casas de tejuela de alerce y ovejas pastando pintan el paisaje que se abre paso al aproximarse al Mañío Bistró. Una acuarela de colores, pero también de sensaciones que nos recuerdan que estamos en la Isla Grande, aquella mágica y mitológica que enamora a los turistas y que inspiró la pluma del célebre escritor chilote Francisco Coloane.
A orilla de la Ruta 5, a unos 10 kilómetros de Castro rumbo a Chonchi, y algo escondido por estar más abajo del nivel del camino, se asoma este restaurante que abrió en enero de 2024. En rigor volvió a abrir sus puertas, porque estuvo cerrado cuatro años, de la mano de la administradora de empresas Natalia Tapia, una emprendedora innata y amante de la cocina, quien conservó el nombre Mañío, le añadió el concepto bistró, pero sobre todo le dio alma y sabor a un espacio que acoge y conquista.
A pasos de la Casa del Chamorro de “La Fiera”, locación donde se grabó la recordada telenovela de TVN en 1999, el Mañío Bistró es un lugar luminoso y cálido. Atributos que le otorga su construcción en madera nativa de mañío, árbol endémico del sur, así como sus amplios ventanales de cuatro metros de altura que le dan luz natural y una vista privilegiada al fiordo de Castro.
Con capacidad para 60 comensales, el restaurante dispone de un salón distribuido en dos plantas de distinto nivel, decorado con telares y piezas de artesanos locales. La calidez no sólo la da su infraestructura, también el ambiente familiar y el trato amable de quienes allí trabajan. Guiados por Natalia, el equipo de cocina elabora cada plato con la sencillez propia de los sureños, esa que también sabe de cariño para que la comida sea una experiencia memorable. “Aquí van a estar en un lugar cómodo, con una vista preciosa, donde pueden comer algo casero, rico, bien montado y eso genera experiencias, emociones”, describe Natalia.
Colinas siempre verdes que serpentean con el mar, casas de tejuela de alerce y ovejas pastando pintan el paisaje que se abre paso al aproximarse al Mañío Bistró. Una acuarela de colores, pero también de sensaciones que nos recuerdan que estamos en la Isla Grande.
COCINA CON ALMA
En este lugar, el trato afectuoso y los sabores ancestrales de la cocina chilota se sientan a la mesa para recibir a los comensales. Una propuesta de cocina de autor que Natalia lidera con pasión. “Mi misión es cocinar con alma, difundir el patrimonio gastronómico de nuestra isla y conectar a las personas con la naturaleza a través de los sabores”, relata.
Conectado con la cocina a través de una ventana abierta y mesón, el comedor es atendido por su propia dueña y su equipo de cinco personas, quienes además trabajan codo a codo con Natalia Tapia en la cocina. Sí, porque su dueña también es la chef, administradora y encargada de todas las tareas del emprendimiento, como comprar los productos del mar frescos, el queso de la zona y las verduras de huertas campesinas, como las papas nativas o el ajo negro chilote, que les dan identidad y aroma a sus platos.
EL DESAFÍO DE EMPRENDER Y CRIAR SIETE HIJOS
La rutina diaria de Natalia Tapia parece encomiable, si se considera que además de todo el tejemaneje del negocio, es madre de siete hijos de entre 16 a un pequeño de 1 año de edad. “Desde muy temprano me dedico a mis hijos y a partir del mediodía inicio mi trabajo en el restaurante, salgo a comprar los insumos con los niños más chicos que no van al colegio, luego los dejo en casa y comienzo mi trabajo en la cocina. No paro en todo el día”, resume.
Luego de emprender en otros rubros, en los últimos 10 años esta chef autodidacta se ha dedicado a la gastronomía, primero en Santiago y luego en Chiloé. En su arribo al archipiélago austral se dejó llevar por su olfato de emprendedora, pero sobre todo por su amor a la cocina, el respeto por las recetas del sur y la audacia para innovar en platos tradicionales, sin que pierdan su identidad. “Mi propuesta busca rescatar sabores locales, trabajar con ingredientes frescos y darles un valor creativo a través de recetas que unen tradición e innovación”, enfatiza.
“Aquí van a estar en un lugar cómodo, con una vista preciosa, donde pueden comer algo casero, rico, bien montado y eso genera experiencias, emociones”, describe Natalia Tapia, dueña de El Mañio Bistró.
Antes de su desembarco en su actual espacio, Natalia tuvo la concesión del Restaurante Veliche en Castro, ubicado en el hotel homónimo, la cual culminó a dos años de iniciado aquel proyecto que, en teoría, era por más tiempo. Pero el cambio de planes no la desanimó, más bien la motivó a continuar en otro lugar. Así reabrió el Restaurante Mañío, dándole un nuevo ciclo con su sello y trayendo su fiel clientela a su actual negocio en la comuna de Chonchi.
“El Mañío Bistró es un punto de encuentro entre productores locales, viajeros y amantes de la buena mesa. Allí ponemos en valor la identidad chilota con toques modernos, llevando a la mesa platos que cuentan historias de mar, campo y bosque”, afirma.
DEL MAR A LA MESA
Abierto todos los días desde las 13:00 hasta las 23:30 horas –sólo el domingo cierra más temprano– la bienvenida, por cortesía de la casa, son sopaipillas con zapallo, aquí Natalia rescata su tradición culinaria de Talca, hechas en el momento y acompañadas con pebre.
Con el objetivo de privilegiar productos recién extraídos del mar, la carta es estacional y rotativa, aunque la merluza, el congrio y el salmón están disponibles gran parte del año, salvo que estén en veda o que un temporal, algo usual en Chiloé, impida su pesca.
Aunque los platos de carta son generosos y tentadores, la mayoría de los clientes optan por el menú ejecutivo que consta de tres opciones para entrada, otras tres para el fondo, bebestible, postre a elección y café o té. El fin de semana dispone del menú premium, que añade aperitivo, empanaditas de la casa y copa de vino para entrada y fondo.
Entre las alternativas de entrada destacan cremosos como el de zapallo con verduras o platos como el tabulé de quínoa y centolla, ingredientes frescos obtenidos de la Isla Grande, que se acompañan con hierbas aromáticas y vegetales de estación.
“Mi misión es cocinar con alma, difundir el patrimonio gastronómico de nuestra isla y conectar a las personas con la naturaleza a través de los sabores”. Natalia Tapia.
EN CHILOÉ SE COCINA Y SE VIVE SIN PRISA
Como plato de fondo, una opción agridulce es el risotto de setas con filete y salsa de murta, fruto silvestre del sur. “Es un arroz cremoso cocinado lentamente con setas, coronado con filete de res en su punto justo y bañado en una reducción de murta que equilibra suavidad, carácter y un toque frutal”, explica Natalia. En éste y en cada plato se distingue la virtud de la comida sin prisa, hecha a fuego lento y en el momento, porque en Chiloé se vive y se cocina sin apuros.
Otro imperdible de este espacio es el crocante de centolla, que consta de trozos de centolla fresca de Chiloé, envueltos en un crocante dorado y ligero, montado sobre una leche de tigre, coronado con salsa alioli y caviar.
Por las tardes y noches, el negocio también funciona como cafetería y bar. Entre las preparaciones dulces están la tarta de manzana chilota con murta, el créme brulée y tortas caseras como la de hojarasca que se amasa uslero en mano, con el acompañamiento infaltable de chocolate caliente o café de grano. Por su parte, en la coctelería el acento local también dice presente con destilados como vodka y gin de papa nativa y variedades de cervezas artesanales de Chiloé.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Un hito significativo para El Mañío Bistró fue su nominación a los World Culinary Awards 2025, en la categoría Mejor Restaurante Nuevo de Latinoamérica, en la cual es el único representante chileno que compite con nominados de cuatro países.
“El solo hecho de estar nominados ya es un honor. Representa el reconocimiento al esfuerzo de un equipo que trabaja con pasión desde Chiloé, un territorio lleno de identidad y riqueza cultural. Ganemos o no, tiene un enorme valor porque nos permite mostrar al mundo la cocina de nuestra isla, visibilizar a los productores locales y reafirmar que desde un rincón pequeño del sur de Chile también se pueden construir propuestas gastronómicas con alcance internacional”, dice Natalia, quien estuvo en Perú para participar en ENBHIGA 2025 (Encuentro Bioceánico Hispano Latino de Gastronomía), donde mostró su trabajo y los productos artesanales de Chiloé que utiliza en su restaurante.
Restaurante El Mañío Bistró
- Panamericana Sur km 9, entre Castro y Chonchi, sector Nalhuitad 1, Chiloé.
- WhatsApp: +56 9 45585843
- Instagram (@restaurant.elmanio)
- Correo: restaurant.elmanio@gmail.com
- Horarios: lunes a sábado 13:00 a 22:00 horas.
- Domingo 13:00 a 17:00 horas.
- * Fin de semana se sugiere reservar













