Los sueños y los grandes proyectos comparten algo en común: tienen su origen en la sencillez y lo abstracto. Y hay ocasiones en que las mejores historias nacen de un rumor. Así fue como Hernán Vega, publicista y amante del turismo, escuchó de boca de su amigo Cristóbal Fellay que existía un “lugar mágico, maravilloso y paradisíaco” a orillas del Lago Ranco, abandonado hacía cuatro años y que parecía condenado al olvido. Aquel rincón era el histórico Hotel Puerto Nuevo, cargado de recuerdos y de un pasado ligado a la pesca deportiva, las onces alemanas y a visitantes ilustres que, en otra época, viajaban durante horas para llegar a este remoto paraje.
Tentado por la idea, Vega decidió no invertir dinero, pero sí su experiencia y compromiso absoluto para hacerse cargo de la administración, mientras su amigo asumía el desafío empresarial. Desde octubre de 2021, el reto fue gigante: reconvertir un hotel detenido en el tiempo en un proyecto vivo y con proyección, transformándolo en Bocalago Lodge, Restaurant y Cabañas, bajo la operación de Sueño Patagónico SpA a cargo de Cristóbal Fellay y Michael Schwartz. La concesión se extenderá por 20 años.
 
															La experiencia de Hernán en marketing y producción le permitió ver la industria hotelera como “el acto de trabajar en la realización de un comercial que se filma todos los días”: un escenario –el lodge–, un equipo de producción –el personal– y un público –los huéspedes–, todo enfocado en contar una historia que deje huella. El aprendizaje tuvo que ser rápido, porque entendieron que, más que vender habitaciones o platos, lo que había que ofrecer era una experiencia, y tanto en turismo como en la publicidad, los detalles marcan la diferencia.
Bocalago no nació de cero; heredó una historia que comenzó en 1945, cuando Carlos Dippel, colono de ascendencia alemana nacido en La Unión, descubrió el puerto natural donde recalaban barcos de vapor que llegaban desde el Pacífico por el Río Bueno. Allí levantó un hotel que se hizo célebre por su cercanía con la playa del Ranco donde se pescaba “salmones a manos llenas”, por sus onces germanas y por recibir a visitantes distinguidos, incluso gente de la realeza.
Hoy, Bocalago es más que un lugar de alojamiento: es un refugio donde la acción del viento puelche golpeando las olas puede hacerte creer que estás en alta mar en un barco; donde la historia se mezcla con la naturaleza y la hospitalidad se vive como un arte.
“El antiguo hotel Puerto Nuevo fue haciéndose famoso, e incluso aún quedan fotos maravillosas donde se veía una Citroneta o un Ford del año 50. En esa época tenía 2 pisos, 4 habitaciones, y un par de cabañas”, recuerda Vega.
Décadas después –en los 90–, pasó a manos de la familia Price, que lo mantuvo activo hasta 2018, año en que cerró por el fallecimiento de su mandamás. La pandemia alargó el letargo de sus pasillos, hasta que el nuevo equipo llegó con la intención de devolverle su espíritu, pero con una mirada más fresca, familiar y cercana.
Hoy, Bocalago es más que un lugar de alojamiento: es un refugio donde la acción del viento puelche golpeando las olas puede hacerte creer que estás en alta mar en un barco; donde la historia se mezcla con la naturaleza y la hospitalidad se vive como un arte. Desde sus terrazas que acarician el agua, el lodge invita a “rodar de la cama a la playa”, a saborear una cocina que ha evolucionado junto con el proyecto y a reconectar con un entorno que ha sabido inspirar a generaciones.
DONDE ROMPEN LAS OLAS
Las habitaciones del Hotel Bocalago parecen diseñadas para que el descanso y la contemplación vayan de la mano. De sus doce habitaciones, once regalan vista directa al lago Ranco, como si cada amanecer fuera un cuadro exclusivo pintado para el huésped. Solo una, la triple con orientación a un jardín se aleja del espejo lacustre, ofreciendo en cambio un rincón íntimo y verde. Todas comparten la misma magia: camas King, baño independiente, climatizador, pequeño refrigerador, televisión por cable, decoración con madera nativa y esa calidez difícil de describir pero que se siente apenas se entra. No fue gratuito: hubo que invertir millones en renovación entre 2021 y 2022.
La distribución incluye cuatro tipos de habitación: las que cuentan con balcón, preferidas por quienes buscan desayunar sintiendo la brisa del lago; las sin balcón, más accesibles; la suite, espaciosa y con jacuzzi, pensada para matrimonios, aniversarios o cumpleaños; y la triple. También hay espacio para cabañas familiares. Son cinco: una con capacidad para 6 personas y cuatro que pueden acomodar 8 huéspedes, dando una capacidad hotelera total de 63 pasajeros.
Las habitaciones del Hotel Bocalago parecen diseñadas para que el descanso y la contemplación vayan de la mano. De sus doce habitaciones, once regalan vista directa al lago Ranco, como si cada amanecer fuera un cuadro exclusivo pintado para el huésped.
En temporada alta –diciembre a marzo–, las tarifas varían entre 139 mil y 169 mil pesos por noche, siempre con desayuno incluido, manteniendo un balance que Hernán Vega considera esencial: “No podemos subir mucho el valor porque hay áreas que queremos seguir mejorando. Aun así, tenemos una de las mejores vistas del lago Ranco”.
El perfil del visitante se ha ido dibujando con el tiempo: un 80% es chileno, y dentro de ese grupo, cerca de un 20% proviene de la zona central del país. El resto llega desde ciudades como Osorno, Concepción y otras localidades del sur. Son viajeros de presupuesto medio, que no buscan lujo, sino sentirse bien atendidos y una experiencia memorable.
ACTIVIDADES QUE ENRIQUECEN LA ESTADÍA
Bocalago es mucho más que un lugar para dormir. El uso libre de kayaks permite descubrir el lago desde otra perspectiva, mientras que reposeras, una sala de pool, quincho para encuentros familiares y canchas de tenis otorgan un valor agregado a la vida social del hotel. El bosque de castaños del predio es un rincón encantador para paseos cortos, sobre todo en otoño.
Las actividades con costo adicional, como las tinajas (30 mil pesos la hora para cuatro personas) o los masajes, suman opciones para quienes buscan un regaloneo extra. Actualmente hay tres tinajas disponibles, muy solicitadas al caer la tarde, cuando el sol tiñe de dorado la superficie del Ranco.
El hotel también trabaja en desarrollar su propia área de pesca, con planes de ofrecer experiencias de fin de semana que incluyan alojamiento, comidas y salidas a distintos puntos. Las opciones irían desde el mismo Lago Ranco hasta el Lago Maihue, rico en peces, e incluso pesca de montaña con traslado en helicóptero a lagos remotos como el Paraíso. “Eso todavía está en proyecto, pero nos entusiasma mucho”, confiesa el administrador.
Bocalago es mucho más que un lugar para dormir. El uso libre de kayaks permite descubrir el lago desde otra perspectiva, mientras que reposeras, una sala de pool, quincho para encuentros familiares y canchas de tenis otorgan un valor agregado a la vida social del hotel. El bosque de castaños del predio es un rincón encantador para paseos cortos, sobre todo en otoño.
GASTRONOMÍA CON IDENTIDAD
Al interior del restaurante, cada mañana comienza con aromas que invitan a disfrutar. Cuando la estadía es más íntima, con menos de diez huéspedes, el desayuno se sirve a la mesa como un banquete campestre: café recién molido, huevos de campo, tocino crujiente, pan horneado en casa, pasteles y mermelada artesanal. Si el número crece, el buffet despliega toda su abundancia para que cada visitante arme su propia experiencia matinal. El primer bocado del día transmite la calidez y autenticidad del sur de Chile.
Abrir las puertas del restaurante al público general fue un giro estratégico que convirtió la gastronomía en una carta de presentación tan potente como el propio hotel. Todo apunta a reencantar a la gente. El menú combina lo mejor de la zona –cortes de vacuno como asado de tira y plateada, salmones frescos de Valdivia, quesos artesanales– con guarniciones que evocan tradición y hogar: pastelera, papas rústicas, puré casero, ensaladas con uvas y quesos maduros.
“Nuestra propuesta radica en respetar todos los gustos e insumos de la zona, potenciando sabores a través de un estilo de cocina llamado sous vide, que es una cocina al vacío y de cocción lenta”, comenta Vega.
La pastelería es otro capítulo seductor: tortas de chocolate, cheesecakes con frambuesas, y otros postres que enamoran. Y, pensando en las familias, se sumaron platos más cercanos para los niños, como sándwiches o pechuga de pollo a la plancha, sin renunciar a la calidad que define la propuesta.
Al interior del restaurante, cada mañana comienza con aromas que invitan a disfrutar. Cuando la estadía es más íntima, con menos de diez huéspedes, el desayuno se sirve a la mesa como un banquete campestre.
El placer se amplifica con una carta de coctelería de autor que recurre a sabores locales, como un pisco sour de tepa –hoja aromática típica del sur–, cervezas artesanales y vinos seleccionados que pueden alcanzar etiquetas de alta gama. Con capacidad para 100 personas en su salón interior y 25 en una terraza que mira al lago Ranco.
Entre playas de piedrecilla y atardeceres dorados frente al Lago Ranco –libres de los incómodos tábanos que acechan en otros rincones del sur–, el hotel ha encontrado en la versatilidad su mayor fortaleza: matrimonios campestres, noches de stand-up comedy y experiencias personalizadas que permiten mantener viva la magia incluso en temporada baja. Aquí, la hospitalidad no se congela con el frío; simplemente cambia de forma, abrazando la calidez de lo cercano.
 
															Ese espíritu de adaptación se combina con una visión clara: seguir mejorando para enamorar a los visitantes, ya sea con una cena junto al fuego, una tinaja privada bajo las estrellas o una jornada activa entre canchas de tenis y música. Algunos huéspedes han hecho de Bocalago su tradición familiar por más de 15 años, volviendo cada verano para sumar recuerdos. Y es que este rincón no es solo un lugar para quedarse: es un refugio donde cada visita se convierte en una historia que siempre merece ser contada y repetida.
Hotel Bocalago
- Puerto Nuevo, Lago Ranco
- Teléfono: +569 8209 0180
- Instagram (@bocalagochile
- Facebook (@bocalagochile)
- Web: https://bocalago.cl/
 
				 
											














 
								 
								