Esperanza Dittborn

Pastelería de autor que evoca recuerdos

Pastelería de autor que evoca recuerdos

Torta Panqueque Manjar lúcuma. Un imperdible con el sello de Esperanza Dittborn

Desde su taller de Providencia, Esperanza Dittborn reparte a todo Santiago sus exquisitas tortas tradicionales de hojarasca, panqueque y bizcochuelo, además de elegantes croquembuche y profiteroles con caramelo. “Una clienta les llamó “torta infancia” porque era la torta que uno comía en los años 80. Eso me emocionó mucho porque es exacto el producto que quería vender y a la gente le ha encantado”

Esperanza Dittborn

No son pocos los elogios que continuamente recibe Esperanza Dittborn por las tortas y profiteroles que han transformado su nombre en un referente a la hora de disfrutar de sabores clásicos y bien ejecutados. “Son muchos quienes me escriben emocionados contándome lo que les provocan mis preparaciones; la verdad es que es algo que hay que vivirlo. Me interesa mucho que los clientes se encuentren con sus propios recuerdos al comer mis tortas”, cuenta esta diseñadora egresada de la Universidad de Chile que encontró en la repostería su verdadera pasión.

Las bolitas de nuez rebozadas en fino chocolate, nuez o espolvoreadas en azúcar flor (desde $4.500, 18 unidades) son un clásico de la repostería casera, especiales para compartir junto a un café por su intenso sabor a nuez
Torta Diabla: Delicioso y húmedo bizcocho de chocolate negro relleno con ganache de chocolate y mermelada, cubierto de chocolate bitter y adornado con profiteroles. Disponible para 15, 20, 25 ó 30 porciones
Torta Panqueque Naranja chocolate, rellena de manjar y confite de naranja casero, todo cubierto en ganache de chocolate. También cuentan con opción cubierta de merengue ($26.000)

La marca, añade, comenzó formalmente hace cinco años, luego de una reunión con amigas en el Liguria. “Ellas me dieron el empujoncito final para lanzarme. "Deberías dedicarte a eso", me decían. Y ahora que lo pienso, era la que hacía las tortas para los cumpleaños de todos”, cuenta entre risas Esperanza, quien define su proyecto como pastelería de autor: “De autor para mi significa que mis preparaciones sean reconocibles, que sean únicas. Por ejemplo, que la “torta Esperanza” sea siempre la torta de hoja de la Esperanza Dittborn”.

Su pasión por la gastronomía proviene de una larga tradición familiar, encabezada por su abuela María Santa Cruz, con quien vivió cuando pequeña en una gran parcela en Los Domínicos junto a sus tíos y primos. “Desde chica que siempre estuve con ella en la cocina y eso me dio una gran confianza en mí “mano” para la cocina. Mi abuela se demoraba horas en preparar un plato y hacía unos postres maravillosos”, recuerda la pastelera. Un imperdible de esos años eran sus crujientes mandarinas cubiertas en caramelo, cuya inconfundible textura la motivó a crear sus afamados profiteroles que hoy ya son un ícono.

Profiteroles rellenos de crema diplomática y cubiertos en caramelo, en bandejas de 12, 20, 30 y 48 unidades (desde $8.500)
Torta Panqueque Lúcuma Manjar Nuez, decorada con profiteroles y/o bolitas de nuez. ($26.000, 10 porciones)

La primera gran satisfacción en la cocina añade, fue a eso de los cinco años, cuando preparó un queque de chocolate y alguien le comentó que era el mejor que había probado en toda su vida. “Cada vez que alguien me comenta que una de mis preparaciones es la más rica que ha comido, me conecto con ese momento, y soy de verdad feliz”, señala Dittborn. Luego, durante la adolescencia, tomó varios cursos de cocina y fue en ese momento cuando vislumbró la pastelería como una forma de vida.

 

Sus tortas de hojarasca son marca registrada, al igual que sus profiteroles al estilo Esperanza, “siempre confiando en mi propio gusto para definir los productos”, puntualiza Dittborn

 

Torta Panqueque Naranja chocolate, rellena de manjar y confite de naranja casero, todo cubierto en ganache de chocolate. También cuentan con opción cubierta de merengue ($26.000)

En palabras de Esperanza, “fue una semilla que ya, varios años después, germinó y aquí estoy, por fin dedicada a algo que amo hacer y de lo que por fortuna puedo vivir (…) Desde que tengo la tienda he ido evolucionando y enriqueciéndome de aprendizaje. A eso yo llamo ser autodidacta la verdad, prueba y error y siempre confiando en mi propio gusto para definir los productos”.

SABORES DE SIEMPRE

El portafolio de tortas y preparaciones dulces de Esperanza Dittborn incluye una línea de pastelería chilena, con sus famosas tortas en hojarasca; una línea de tortas americanas, donde destacan tortas de chocolates y carrot cake y una línea de inspiración francesa; con profiteroles, croquembouche y Saint Honore. Otro imperdible son las tortas en panqueque y las tortas heladas.

A la hora de comentar sus productos más pedidos, Dittborn cuenta que el listado lo lidera la Torta Esperanza Clásica, una deliciosa torta de hojarasca casera rellena con manjar, nuez y crema pastelera cubierta de merengue suizo; al igual que su afamada Torta Diabla de chocolate: delicioso y húmedo bizcocho de chocolate negro, relleno con ganache de chocolate de leche, bitter y blanco, todo cubierto de chocolate bitter.

Torta Esperanza, con hojarasca casera rellena, manjar, nuez y crema pastelera cubierta de merengue suizo; para 15, 20, 25 ó 30 porciones

A su vez, gran impacto ha producido su Torta Croquembouche, preparación tradicional francesa en forma de torre que en su versión "Esperanza" está compuesta por profiteroles de diversos rellenos y coberturas. También destaca su nueva línea de tortas tradicionales, muy clásica, inspiradas en las emblemáticas tortas caseras esponjosas, con mucho relleno, remojadas con "malicia" y cubiertas con merengue suizo; rellenas de manjar, nuez, crema pastelera, mermeladas y/o fruta.

“Una clienta les llamó “torta infancia” porque era la torta que uno comía en los años 80. Eso me emocionó mucho porque es exacto el producto que quería vender y a la gente le ha encantado”, añade la repostera, junto con agradecer a su equipo de trabajo por la constancia y dedicación que diariamente ponen a sus pasteles.

Torta Panqueque Manjar Frambuesa, rellena con suave manjar y mermelada de frambuesa casera, disponible de 10 a 30 porciones

A juicio de esta diseñadora de profesión y repostera por pasión, una de las principales claves de su éxito es el amor con que están preparadas sus tortas. “Para mí, lo más importante es que las pasteleras trabajen con cariño y en cuanto a los materiales, siempre usar los mejores posibles. No me interesa, de momento, agrandar el negocio y arriesgarme a perder esa cualidad de lo hecho a mano y con cariño, que creo es lo que me ha permitido tener mucho éxito y dejar a los clientes felices con lo que piden”.

EQUIPO CONSOLIDADO

Esperanza Dittborn es enfática al señalar que “para que una torta quede igual a la torta que alguien crea, debe ser reproducida exactamente igual, es decir mismos ingredientes, misma forma de unirlos, mismos tiempos, misma temperatura”. Si bien la primera parte de un plato es creatividad, “hasta llegar a un resultado que te guste”, luego viene la segunda parte: reproducir el plato tal cual para crear la fórmula.

 

A su vez, gran impacto ha producido su Torta Croquembouche, preparación tradicional francesa en forma de torre que en su versión "Esperanza" está compuesta por profiteroles de diversos rellenos y coberturas.

 

“En esa parte no hay tanta magia, sino más bien ciencias y rigurosidad”, sentencia. Por ello, diariamente junto a sus pasteleras Carolina, Perla e Ignacia, se esfuerzan por lograr los mejores resultados: “Mi equipo me tiene muy contenta, son mujeres trabajadoras, inteligentes y aperradas. A mí no me sirve que improvisen, porque deja de ser mi torta, que es la torta que yo ofrezco a mis clientes. La torta que ellos piden es la que debe llegarles y con que mis cocineras tengan la suficiente inteligencia, dedicación y cariño como para entenderlo así, me doy por pagada”.

Bandeja de profiteroles surtidos, 12, 20, 30 ó 48 unidades, con cuatro variedades: crema pastelera con cubierta de chocolate; crema diplomática y cubierta de caramelo; manjar pastelera y azúcar flor o ganache de chocolate cubiertos en chocolate blanco

Con la llegada de la pandemia, Esperanza suspendió los retiros desde su taller de Providencia para enfocarse en su propio despacho a domicilio. “Tengo mi propio equipo de expertos repartidores. Nicolás e Ignacio saben, por ejemplo, cómo se debe tomar una croquembouche para que llegue intacta, o que a la señora X hay que tocarle el citófono porque tiene malo el timbre”, puntualiza Dittborn.

Para realizar los pedidos, los clientes revisan el catálogo virtual y luego se comunican directamente con Esperanza. “Mi sitio web es un canal de venta muy importante, también vendo harto por WhatsApp, a la gente le encanta preguntar y a mi responderles. Se crea un vínculo muy bonito”, afirma.

Croquembouche. Torta típica francesa que se compone de profiteroles dispuestos en torre, disponible en versión tradicional con crema pastelera y caramelo o con rellenos y cubiertas variadas, en formato 20 y 40 unidades (26.000)

Considerando la incertidumbre por la que atraviesa el rubro, Esperanza Dittborn cuenta que “por ahora, siendo muy honesta, el plan es aperrar con mi negocio pese a la pandemia. Podría tener grandes sueños, pero eso se verá después. Muchos colegas han debido reinventarse y otros tantos han tenido que dedicarse a otra cosa, porque no son tiempos para andar soñando más que salir de esto lo mejor parados posible y agradecer por estar sanos. También aportar desde donde podemos. Sueño en chiquitito, día a día, por ahora dedicada a que lo que ya tengo, siga funcionando bien”

 

Esperanza Dittborn Pastelería

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