Un apiario, mercado, granja, sembradío de maní, bodegas y viñedos son algunas de las experiencias que el turista puede vivir al recorrer el Valle de Cachapoal, en la Sexta Región de O’Higgins. Estas vivencias sabrosas, entretenidas y diferentes fueron vividas por un grupo de comunicadores, convocados por Enoturismo Chile, la Subsecretaría de Turismo y CORFO. La primera parada fue para desayunar en el Mercado Modelo de Rancagua entre las calles Bombero Ruiz Díaz, Doctor Salinas y Avenida Viña del Mar, junto a la línea del tren. Funciona desde 1961 y cuenta con todo tipo de productos para el abastecimiento al por mayor y al detalle.
La experiencia continuó en el Mercadito Jessica Moreno en La Gonzalina, quien dirigió un tour caminado por las dependencias para conocer los productos que cultivan, papas, lechugas, damascos, zapallos italianos, alcachofas, legumbres y flores, donde enseñó cómo se cosechan. El Almuerzo de Recolección, estuvo dirigido por Matías Garay de Ilegal Food, quien sorprendió con Tortillita de poroto verde, lechuga en parrilla, crema de zapallo, empanadas de campo, pebre cítrico, helado de harina tostada y alfajor de maicena con coco tostado. La sommelier Javiera Figueroa de Bodegas de Triana presentó el maridaje con vinos de Butrón Budinich.
Vivencias sabrosas, entretenidas y diferentes fueron vividas por un grupo de comunicadores, convocados por Enoturismo Chile, la Subsecretaría de Turismo y CORFO
La siguiente aventura fue en Tostaduría Corcolén, empresa familiar que desde el año 1987 ha rescatado el cultivo de maní del campo chileno, particularmente de la sexta región en la comuna de Malloa, para posteriormente trabajarlo de manera artesanal. “El proceso de cultivo del maní se inicia en el mes de octubre y finaliza en marzo. La semilla se coloca en la tierra sin su cáscara que la cubre, para esto primero se debe hacer un surco en la tierra utilizando un arado arrastrado por caballos”, explicaron Gastón Maturana y su hija Pilar. Tras aprender in situ, el grupo se dirigió a la tostaduría y envasado para conocer la variedad de productos que incluyen el maní chileno, argentino, almendras, confitadas, salados y al natural. Para cerrar esta visita, bajo los árboles, se hizo una degustación de elaboraciones caseras con maní, como galletas, bombones, mantequilla e incluso en malta para beber.
El hospedaje fue en Hotel Mar Andino, situado a 5 calles del centro histórico de Rancagua. Ofrece jardín con piscina al aire libre y 53 habitaciones amplias, modernas y ejecutivas. En la noche la Cena Territorial a 4 Manos fue en el restaurant de este hotel, a cargo de los chefs locales Rodrigo Díaz y Rubén Clemente de Mar Andino y los invitados Germán Reckmann de Entre Álamos y Cachapoal. La sommelier fue Valeria Gallardo de Ruta de Vinos Cachapoal y el maridaje lo dirigieron Damián Acosta de Bodega Casa Acosta y Raimundo Barros enólogo de Bodega San José de Apalta. La velada inició con tiradito de sierra de Bucalemu; tártaro de cochayuyo de Navidad; papas rellenas fritas de ortiga, conejo y ulte; hojas de parra rellenas de quinoa de Paredones con paleta de cordero y de postre, quesos maduros de cabra de Marchigüe.
RUTA DE LOS ABASTOS
La segunda jornada comenzó en pleno centro histórico de Rancagua, con un desayuno campestre en El Abasto con huevos de gallinas felices, café de higo, tortillas de rescoldo y queso de cabra regional. Este proyecto nació en 2019 con la misión de a través de su venta, dar cabida, vitrina y uso permanente, a los productos patrimoniales agroalimentarios que están siendo rescatados, impactando realmente en la economía de los productores. Y de paso, consolidar una propuesta con identidad local campesina.
En el camino a Pichidegua hubo una detención en el Mirador Ruedas de Larmahue o más conocidas como Azudas de Agua, declaradas Monumento Histórico el 10 de agosto de 1998. Estas ruedas destacan por su forma y evocan las antiguas costumbres árabes para mover el agua de regadío, las cuales fueron traídas para las diversas haciendas existentes en la zona de Larmahue en el siglo XVIII.
Una de las experiencias más atractivas fue la visita al Apiario Monimony Casa de la Miel de Mónica Rodríguez, dedicada a la producción de miel para exportación. “Nuestra producción es realizada con manejos orgánicos, cuenta con certificado de Producción Limpia y con el Sello Manos Campesinas, garantizándoles a los consumidores el origen y pureza de sus productos. También contamos con api turismo, para conocer in situ nuestro trabajo”, experiencia que fue vivida en torno a las colmenas, con los trajes de seguridad pertinentes. Además de miel, elaboran golosinas, cosmética facial, corporal y capilar, propóleo en spray y arrope de miel.
Una de las experiencias más atractivas fue la visita al Apiario Monimony Casa de la Miel de Mónica Rodríguez, dedicada a la producción de miel para exportación
Bajo la sombra se ofreció luego un almuerzo Jóvenes Talentos, a cargo de Jaime Jiménez de Mendoza, del restaurant Chivo con Bigote y la participación de la sommelier Valeria Gallardo; Juan Luis Ruiz de Viña Torina y Rita Agüero de Frau Marion espumante de naranja. Para comenzar, Bruschetta de rescoldo, guarnecida con pebre y queso de Marchigüe. Después, cerdo prensado en carbón, glaseado con salsa de chancaca y miel, cremoso de camote, espuma de cilantro y esferificaión de carmenere. De postre, leche aromatizada y texturizada con quinoa y tuile neutra.
En Doñihue se llevó a cabo la degustación de chacolí en la bodega Don Filomeno, para luego cerrar la ruta en La Merced, con vino de misa Miluna, música y la premiación a los productores que participaron en este exitoso proyecto enogastronómico.