Hace unos días, y luego de un camino no exento de polémicas, la Ley de las 40 Horas es una realidad. Esta viene para dar un paso gigante en los derechos y protección de los trabajadores y su calidad de vida, que en nuestro rubro se agradece.
Durante este tiempo, el debate nos ha entregado diferentes posturas alarmistas en relación con esta iniciativa: «Los sueldos bajarán y los trabajadores tendrán que conseguir un segundo empleo», «Las empresas no serán capaces de solventar este gasto adicional y terminarán quebrando», «Tendremos mucho desempleo», y así, muchas opiniones que parecieran deseos más que realidades.
Lo concreto es que la implementación de la ley será gradual hasta llegar a las 40 horas. De esta manera, por ejemplo, se permite una distribución de la jornada (4×3), además de varias acciones de apoyo específicas a las Pymes.
Como Fegach, esperamos sin duda que esto no produzca una brecha entre trabajadores y empleadores, sino, todo lo contrario, que se genere una mayor fidelización, respeto y compromiso mutuo, que permita un crecimiento del trabajador y que favorezca la optimización del tiempo y productividad. Todo este nuevo proceso debe apuntar, por supuesto, a una mejora en las condiciones laborales y de vida de todas y todos los trabajadores de la industria, porque así lo merecen.
Este cambio debe ir acompañado además de una mejora innegociable en las condiciones que favorezcan la protección del empleo, condiciones de seguridad, regularización de las jornadas y rentas donde se contrata por el sueldo mínimo y que se complementan con incentivos como propinas, pero que, por ejemplo, vulneran las pensiones y cobertura en salud.
Como gremio estamos seguros de que, si mejoramos estas condiciones, aparte de la reducción de la jornada laboral, podremos contar con un capital humano que preferirá continuar en esta industria y frenar con ello el masivo éxodo a otros sectores productivos. Así, los restauranteros, por ejemplo, podrán contar con trabajadores más fidelizados y comprometidos con su labor, para ello podemos tomar ejemplos de cadenas hoteleras que operan en Europa[1], que incrementaron rentas y mejoraron condiciones logrando mantener sus trabajadores.
Muestras y experiencias hay muchas, en este sector u otro, no nos quedemos en el discurso simplista y realmente aportemos con mejores condiciones para la industria. Esto puede generar un cambio radical e impulsar un avance sustancial que nos permita convertirnos en una industria de excelencia, en un país con una riqueza tan grande y variada como lo es Chile.
[1] https://tecnohotelnews.com/2023/04/hoteles-aumentan-sueldos-frenar-fuga/