Vuelta a clases y a las colaciones

Vuelta a clases y a las colaciones

Presidenta de la Federación Gastronómica de Chile – FEGACH
Directora de Carrera de Turismo y Gastronomía en Inacap sede Puente Alto.

La segunda quincena de febrero no solo nos recuerda que nos queda poco verano, sino también que pronto comenzará el periodo escolar, que implica la compra de útiles escolares y uniformes, además la planificación de las colaciones de los niños.

En Chile las cifras de obesidad infantil son unas de las más altas del planeta. Es un problema que ha ido en aumento en los últimos años, y es una preocupación para la salud pública en el país. La obesidad en la infancia tiene graves consecuencias para la salud, ya que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental. Además, puede afectar la autoestima y la calidad de vida de los niños, limitando sus actividades diarias y su desarrollo físico y emocional.

Al igual que la programación que hacemos en nuestras casas del menú semanal y las compras asociadas a este, es importante planificar las colaciones, para que estas sean sanas, nutritivas y saludables y que la vorágine del día o día no nos haga caer solo en la compra de productos envasados y procesados. Es fundamental que estas colaciones sean variadas, para que los niños no se aburran de consumir siempre lo mismo y reciban una mayor diversidad de nutrientes. Es importante también involucrarlos en la elección y preparación de sus colaciones, para que sientan interés y responsabilidad en su alimentación.

Las colaciones son parte de los recuerdos de la infancia, ya que estas pequeñas porciones de energía entregan a los niños nutrientes y vitaminas que se necesitan para responder de manera adecuada a las actividades mentales y físicas de la jornada escolar. Otra función importante de las colaciones es evitar que el organismo pase más de 4 horas de ayuno, evitando síntomas como fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza o estómago, siendo un complemento de las comidas principales del día. Al respecto los nutricionistas señalan que el consumo de colaciones produce señales de saciedad y bienestar al cerebro, permitiendo comer de manera más ordenada y saludable y nunca deben sustituir un desayuno o un almuerzo.

Es relevante tener en cuenta la calidad de los alimentos que se incluyen en las colaciones de los niños, evitando aquellos altos en azúcares refinados, grasas saturadas y sodio, optando por productos más saludables como frutas, verduras, frutos secos, yogurt natural, entre otros. Estas comidas livianas son un complemento de la alimentación que ayudan a mantener una dieta equilibrada.

Las opciones son múltiples, todo depende de los alimentos que se consuman en las familias, pero si nos organizamos con tiempo podremos asegurarnos de que nuestros hijos coman productos más sanos. Muchas de ellas no necesitan elaboración ni cocción, y las que se pueden elaborar son simples de realizar como las que se detallan en este listado:

 

  • Fruta de la estación, entera si los niños pueden mascarla bien o en trozos, que aportan vitaminas y fibra
  • Huevo duro, cortado en cuartos si los niños son muy pequeños
  • Barritas caseras (con avena, miel, semillas o frutos secos)
  • Frutos secos sin sal (dependiendo de la edad por peligro de atragantamiento)
  • Frutas deshidratadas
  • Sándwiches de jamón, palta, huevo, tomate, quesillo o hummus
  • Rollitos de jamón y queso o de jamón de pavo
  • Cubos de quesillo y tomate cherry
  • Bolitas de avena (hechas con aceite de coco u oliva, avena, dátiles remojados y algún fruto seco, pasadas por coco rallado)
  • Galletas caseras sin azúcar (puedes hacer mucha masa y congelar porciones, así puedes hornear para cada la semana)
  • Bastoncitos de verduras, puede ser pepino, zanahoria, apio.
  • Muffins o quequitos caseros, donde podemos reemplazar azúcar con puré de fruta y reemplazar harinas para quienes tengan alguna restricción alimentaria

Podría seguir mencionando alternativas, sin duda me faltó nombrar muchas más, pero lo importante de esta columna es que podamos reflexionar sobre qué queremos que coman nuestros niños en su jornada escolar y que con una buena planificación podemos asegurarnos que las colaciones sean sanas, nutritivas y saludables, además de variadas durante la semana. Si nos organizamos podemos hacer algunas el fin de semana con ellos, con lo valioso que se transforma ese momento en las familias y la satisfacción de los niños que comerán en el recreo algo que ellos mismos pudieron elaborar.