Segmentación del turismo

Segmentación del turismo

Vicepresidenta Ejecutiva
Federación de Empresas de Turismo de Chile

Tradicionalmente el turismo se ha entendido como una actividad masiva, que convoca a un gran número de personas que recorren distintos destinos a nivel global. Hay zonas como Venecia, que han comenzado a limitar precisamente las grandes concurrencias a esa localidad de Italia para mitigar los efectos que ello supone.

Pero existe otra dimensión del turismo que está ganando mucho espacio y que apunta a una segmentación del rubro según determinados intereses, que convoca a grupos de personas segmentados por nicho. Aquí podemos encontrar tantos tipos de turismo como intereses existan, desde el turismo de negocios, turismo de lujo, el astroturismo, el enoturismo, el turismo de avistamiento de aves, el turismo de compras, el turismo LGBT+, el turismo de naturaleza, y así, numerosas alternativas que hacen posible desarrollar y ampliar la actividad a diferentes ámbitos.

Esta tendencia permite principalmente dos cosas: enfrentar cierto grado de oposición al turismo de masas, aspecto que se acentuó tras el prolongado período de pandemia, ya que hoy las personas prefieren en mayor medida realizar turismo al aire libre, así como enfocarse en una oferta específica que mantiene siempre un público cautivo en torno a un interés común, permitiendo establecer estrategias de promoción y servicios altamente segmentados, que en determinados casos también permite romper la estacionalidad de la actividad turística y especializarse en un público más acotado, facilitando así la llegada a esos mercados.

Esta tendencia ha logrado permear el turismo tradicional enfocado en tour o recorridos por determinados destinos de reconocimiento mundial. Es más, esta segmentación permite a los destinos diversificar su oferta apuntando a distintos públicos con una apuesta diferenciada según los atractivos que pueda ofrecer el lugar. Para poner un ejemplo de ello en Chile, es lo que se da en la región de Coquimbo, donde los turistas pueden encontrar desde un turismo más masivo que se da en la costa, en torno a las playas y la oferta gastronómica de productos del mar, pero que en los valles interiores ofrece servicios que atraen a los amantes del enoturismo, el astroturismo y el senderismo, por mencionar algunas de las actividades que se pueden realizar en esa zona de la región.

Y así, podríamos mencionar los múltiples destinos del país, que tienen las condiciones necesarias para segmentar, y a la vez diversificar su oferta y al tipo de turista al que pueden llegar con sus atractivos.

Segmentación que puede además generar una identidad propia, bajo un determinado sello o varios conceptos que lo diferencien de otros destinos o de zonas dentro de la misma región, abriendo extendidas oportunidades de continuar ampliando el turismo y lograr desarrollo para las economías locales y sus habitantes.