Recientemente, en el marco de la realización de la BTE (Bussines Travel Export) tuve la oportunidad de liderar el panel de Hoteleros, llamado la “Resiliencia en la Hotelería”, palabra que refleja profundamente lo vivido por una de las industrias más golpeadas por la crisis, primero con el estallido social en nuestro país y luego por la pandemia como el resto del mundo.
La hotelería tuvo que cerrar sus puertas por mucho tiempo, perdiendo gran parte de su fuerza laboral, (principalmente mujeres y jóvenes) la que se vio obligada a buscar otros rumbos, las realidades hoteleras fueron diferentes dependiendo de la zona donde se encontraban. Algunos hoteles de regiones subsistieron como residencias sanitarias y otros al verse sin turistas tuvieron que cerrar. Los hoteles en Santiago también pudieron optar por ser residencia sanitaria, lo que les permitió sobrellevar los costos, pero para aquellos ubicados en la zona centro, no solo sufrieron la falta de turistas, sino que además fueron fuertemente golpeados por la violencia y los destrozos, lo que fue devastador y una realidad de la cual aún no logran salir del todo, haciendo todavía más difícil la recuperación.
Es justamente frente a estos escenarios complejos que la resiliencia toma el protagonismo y el hotelero se levanta una vez más, buscando no solo recuperar lo perdido, sino que además redescubriendo y adaptándose al nuevo y más exigente turista, que ya no solo busca confort sino una experiencia que deje huella.
Para quienes trabajamos en la hotelería valoramos principalmente el capital humano. El apoyo de los colaboradores comprometidos aún en los momentos más difíciles de la crisis, es lo que hace que el hotelero sienta que no solo tiene un deber, sino la labor de salir adelante y poder responder a quienes estuvieron a su lado y hacerle honra a la palabra resiliencia.
Cuando uno habla de recuperación, también hay que referirse a la seguridad, un tema que preocupa a los chilenos. Por otra parte, lamentablemente, el turista extranjero percibe que las cosas ya no son como antes. La seguridad es un factor que tiene cada vez más relevancia en la toma de decisión del lugar donde viajar. Es un atributo que debemos cuidar y fortalecer de forma permanente, porque una vez que se pierde, resulta difícil recuperarlo.
Esto no sólo se refiere a la dimensión de la seguridad pública, sino que también a la prevención y buen manejo en casos de emergencia y desastres naturales, informando y acompañando adecuadamente a los turistas en situaciones de este tipo.
En ese contexto, es clave generar ideas y proyectos, que a través del trabajo público privado, busquen mejorar la experiencia de viaje y la seguridad del turista extranjero en todo momento.
El oportuno fin de la homologación de vacunas es un paso muy importante hacia la recuperación del turismo. En esta nueva etapa, le solicitamos a las autoridades potenciar la promoción internacional de Chile e invertir la seguridad, solo así volveremos al sitio que teníamos como destino turístico de primer nivel.