Recuperar los espacios públicos

Recuperar los espacios públicos

Director
Asociación Chilena de Gastronomía

La prensa informó en días recientes, que continúa el cierre de locales gastronómicos emblemáticos en el país debido a que no se han podido recuperar de la prolongada crisis en la que quedaron sumidos tras el estallido y la pandemia. Algo similar ha ocurrido con la bajada de cortina de muchos comercios, de distinto tamaño, que no han resistido la fuerte caída de la demanda, por estar ubicados en zonas de alta inseguridad, donde la presencia de público viene cayendo sostenidamente.

Un ejemplo palpable de esa realidad es lo que ocurre con el vaciamiento que se aprecia del centro de Santiago, provocado por un sostenido deterioro que ha llevado a múltiples empresas a dejar la comuna de Santiago y trasladarse a áreas más seguras y confortables.

Esto es absolutamente contrapuesto a los esfuerzos que está desplegando el rubro para poner en valor la cocina nacional a nivel local e internacional, como se hizo en abril, durante el mes de la gastronomía chilena, ya que la desvalorización de muchos espacios públicos no hace más que dificultar esos esfuerzos y dañar profundamente una actividad que aporta un enorme dinamismo a la economía y ofrece oportunidades laborales para cientos de miles de personas en el país.

La seguridad es un eslabón que está insoslayablemente unido a la capacidad del sector de recuperarse y proyectarse de forma sostenida, porque mientras Chile no revierta el actual escenario de alta criminalidad, no habrá esfuerzo capaz de mejorar las condiciones para el desarrollo de esta relevante actividad.

Las medidas para enfrentar este problema deben partir ahora, porque los resultados y efectos anhelados demorarán tiempo, no son inmediatos, y tiempo es lo que menos sobra hoy para que la economía retome su rumbo ascendente, considerando, además que la inseguridad y perdida de espacios públicos trae otros efectos adversos, como es el comercio ilegal y la informalidad.

Todo esto ha redundado, también, en que la noche en determinadas ciudades, como es el caso de Santiago, se vaya apagando paulatinamente, ya que las personas optan por salir hasta más temprano o derechamente no hacerlo, lo que represente un impacto adverso para los locatarios que funcionan también en horario nocturno.

Hasta ahora, lo que se observa, es que los planes de recuperación de espacios públicos que ha anunciado el gobierno son reactivos y de corto alcance, sobre todo, porque no van acompañados de una coordinación con otras instituciones relevantes para el éxito de esas acciones, como son los municipios, implementándose iniciativas que muchas veces se aplican por una sola vez, siendo más bien mediáticas y efectistas.

Aquí se requiere un plan integral, sostenido en el tiempo y que involucre a los distintos actores públicos y privados, marcada por una voluntad férrea y real de querer resolver el problema por parte del Estado.