Tal como lo han consignado representantes de distintos sectores del quehacer nacional, no podemos dejar de manifestar nuestros reparos al anuncio de las autoridades de Gobierno respecto del Plan “Seguimos Cuidándonos, Paso a Paso”. Estimamos que este adolece de ambigüedad, lo que puede propiciar confusión en los chilenos, pero –especialmente- entre los extranjeros o connacionales que viven en el exterior y que no tendrán –en nuestra opinión- total claridad respecto de qué es lo que tienen que hacer en caso de viajar a nuestro país.
Al respecto, sin duda alguna, la deuda pendiente sigue siendo la solicitud de homologación de las vacunas. Es más, ahora –si nos encontramos en fase “alerta 1”-, esta solicitud puede ser voluntaria. Pero ese escenario se complica de inmediato si un extranjero que llega a Chile quiere moverse dentro del país, pues –tal como se ha explicado en varias ocasiones- el Pase de Movilidad seguirá siendo la llave que abrirá o cerrará distintas puertas. En este ejemplo, si esos turistas foráneos desean visitar hoteles, cafés, restaurantes, teatros, cines, casinos, museos o -más hacia el invierno-, los centros de esquí -que dicho sea de paso, representan el motor de la esperanza de recuperación del sector hotelero-, sencillamente no podrá hacerlo. ¿Por qué? Porque en la praxis, la homologación de vacunas sigue siendo una densa barrera y restricción que, si bien es voluntaria, es como si no existiera.
Con todo, estamos convencidos de que esta medida perjudica fuertemente al turismo. A diferencia de lo que se ha dicho-, creemos que en el día a día esto no significa una apertura real de las fronteras. Es más, para que se concrete la homologación, hay que tener tiempo, el que en el caso de los turistas, muchas veces es escaso, lo que parece un contrasentido, porque en promedio el proceso de homologar las vacunas puede tomar –sin exagerar- tres semanas. Entonces, obtener el Pase de Movilidad es una falsa ilusión. Así las cosas, si un extranjero llega a Santiago y su destino final es San Pedro de Atacama, por ejemplo, no se podrá embarcar en el vuelo, porque el Pase de Movilidad es una exigencia. Ergo, los extranjeros eligen sencillamente otro destino.
Por ejemplo, en los últimos meses, Santiago como destino turístico foráneo fue más bien nulo. En tanto, el negocio hotelero sobrevivió –no exento de muchas dificultades- gracias al mercado local.
Con estas medidas, todo indica que, al parecer- los sectores turístico y hotelero siguen siendo de los menos prioritarios para las autoridades. Ello, a pesar del evidente impacto que han tenido eventos como el propio estallido social y el desarrollo de la pandemia que parece no querer acabar.
En ese contexto, y dadas las dificultades derivadas de la homologación de vacunas y la exigencia de los pases de movilidad, queda preguntarse qué pasará en los próximos meses. Así, será casi imposible que la temporada de esquí–en la cual muchos tenemos cifradas las esperanzas de una reactivación para estas industrias- se desarrolle tal como los hoteleros y empresarios turísticos chilenos esperamos. En especial, si consideramos que estamos en el momento clave en el que debieran concretarse las reservas, y si añadimos que en el barrio existen centros de esquí en otros países que no presentan ningún tipo de restricciones. El panorama no se ve muy optimista. Porque, sin ir más lejos, en Buenos Aires, los hoteles están llenos de turistas extranjeros, por varias razones: el cambio está conveniente y no hay condiciones sanitarias para el ingreso, por tanto, lo propio ocurre en San Martín de los Andes o en Bariloche, dejando en una posición de franca desventaja a las pistas de nieve locales.
Somos un gremio que necesita reactivarse, que genera beneficios concretos al país, como el aporte del 3,7% del PIB nacional, y da empleo a más de 650.000 colaboradores, del cual 53% son mujeres. Somos un sector económico golpeado, que también se ha visto impactado por el alza de precios y la inflación en los insumos y productos, afectando su operación e incluso poniendo en riesgo su continuidad, dado que muchos de ellos se encuentran con compromisos de financiamiento. De hecho, en el contexto de la pandemia, cerca del 80% de los hoteles tuvo que asumir endeudamiento en UF, además del encarecimiento de insumos esenciales, como el gas, la mano de obra o alimentos.
Es en ese marco que hoy reiteramos nuestro llamado a las autoridades para abrir las fronteras, respetando los protocolos sanitarios, pero de modo de que se nos permita volver a hacer nuestro trabajo y aportar en la restauración de la imagen como país, promoviendo las bellezas y riquezas de nuestro país.