Desde que en el 2021 tomé la decisión de participar en el trabajo gremial, he podido darme cuenta de algo que cuando uno está dedicado a sus actividades diarias no alcanza a percibir: el importante rol que cumplen los gremios como espacio de encuentro y de escucha ante las dificultades y necesidades de quienes representa.
Sin duda, la actividad gremial juega un rol fundamental en los momentos de crisis y justamente ése ha sido el rol que ha cumplido para la industria del turismo, uno de las más afectadas por la pandemia. Los gremios han permitido visibilizar esa realidad, además de transmitir la importancia que este sector tiene para el país, en términos económicos y culturales, donde se genera empleo, en su mayoría femenino y juvenil, que aporta al desarrollo de las comunidades generando un circulo virtuoso.
Desde la llegada del Covid-19 a Chile, Fedetur y Hoteleros de Chile han participado en diversas instancias para avanzar en la flexibilización de las muchas veces excesivas y poco razonables restricciones para los turistas extranjeros y que solo impiden la recuperación del turismo, como es la homologación de las vacunas.
Luego de mi primer período como directora de Hoteleros de Chile, decidí además postular al directorio de Fedetur, donde fui elegida y hoy cumplo el rol de tesorera. Estoy muy agradecida de contar con la oportunidad de trabajar en forma colaborativa, realizando acciones que vayan en beneficio de la industria a la cual pertenezco y donde creo que aún hay mucho por hacer. Esto me enriquece no solo en el ámbito laboral, sino que también en el personal. Me he puesto como desafío prioritario aportar para darle voz a esa fuerza laboral femenina muy presente y relevante en la hotelería y el turismo.
La clave para el éxito gremial es fomentar y acrecentar la alianza entre el mundo público y el privado. Para realizar cambios substanciales se necesita trabajar en conjunto y ser lo más representativos posible, acercándonos a las regiones y uniendo criterios. Solo de esta manera se puede tener una radiografía real de las necesidades.
Tanto Hoteleros de Chile como Fedetur han recurrido a todas las instancias disponibles para levantar a nuestra industria tras más de dos años de una profunda crisis, de la que aún no se pueden sacudir debido a la imposibilidad de reactivar el turismo receptivo por las restricciones que aún mantiene el país para el ingreso de visitantes internacionales, principalmente, la homologación de vacunas.
Las cifras que recientemente presentó Fedetur ante la Cámara de Diputados, muestran una caída del -96% del turismo receptivo comparando el año 2021 con el 2019, previo a la pandemia, además del -43% que registra el turismo interno comparando ambos años. Esto se refleja en que el turismo aportaba en 2019 cerca de 10 mil millones de dólares a la economía, mientras que el año pasado esa cifra alcanzó los 4 mil millones. Por otra parte, todavía no se recuperan los 105 mil empleos de los 650 mil directos que el turismo generaba anualmente previo a la crisis sanitaria.
Los desafíos todavía son monumentales, aunque ya se ven pequeños brotes de recuperación. Según datos de la Subsecretaría de Turismo, la llegada de turistas extranjeros durante enero y febrero de este año aumentó 227% en comparación con el mismo periodo del año anterior, pero las cifras siguen por debajo de niveles prepandemia.
El camino es claro, aunque no sin obstáculos: trabajar unidos y de la mano de la autoridad.