Entre el 9 y el 12 de junio, la ciudad de Córdoba en Argentina fue sede de la Copa América del Helado Artesanal 2025, una competencia internacional que reunió a equipos de Argentina, México, Perú, Ecuador, Colombia, Brasil, Venezuela y Estados Unidos. Organizado por AFADHYA y FTPSRCHPYA, el certamen se desarrolló en el marco de la feria FITHEP Centro Expoalimentaria, posicionando al helado artesanal como un producto de alto valor gastronómico, cultural y comercial y promoviendo el desarrollo de la cultura heladera en el continente.
El equipo argentino se coronó campeón con una propuesta basada en el concepto “Divina Terra”, un homenaje a la Pachamama que combinó técnicas avanzadas de heladería, ingredientes autóctonos y un discurso gastronómico sumamente coherente, tanto en lo técnico como en lo visual.
Liderado por el maestro heladero Eduardo Zacaría e integrado por Diego Colaneri en el rol de heladero y Diego Calculli en el de pastelero, el equipo presentó seis elaboraciones en las que destacaron formatos modernos como monoporciones, helado salado y semifríos.
Entre las creaciones destacadas figuró una copa de vidrio con helado de torta vasca, crocante de pistacho, semifrío de frambuesa, bizcocho de lima y salsa de frambuesa-mandarina-osmanto. A nivel técnico, el uso del ajo negro en un helado salado servido en distintos soportes (tarteleta, minicono, bocados) demostró control de formulación y contraste sensorial, aspectos fuertemente valorados en competencias internacionales.
El triunfo del equipo trasandino fue el resultado de meses de preparación, en los cuales la heladería dialogó con técnicas como la pastelería, la chocolatería y el diseño. Eso conversábamos con Pablo Ortelli, experto en escultura tradicional y 3D y parte de la delegación argentina, para quien el diseño cobra un valor cada vez más relevante en este tipo de competencias, demostrando la necesidad de pensar más allá del sabor.
Junto con Argentina, México (2º lugar), Perú (3º lugar) y Ecuador (4° lugar) aseguraron su clasificación al Mundial del Helado Artesanal 2026 en Rimini, Italia. Argentina y Venezuela, en tanto, obtuvieron el premio del jurado de prensa.
Una oportunidad para Chile
La ausencia de un equipo chileno en esta edición representa tanto una alerta como una oportunidad. Chile cuenta con profesionales altamente capacitados en pastelería y heladería, ingredientes con potencial singular —como el maqui, el piñón, el ruibarbo o el calafate— y una escena gastronómica en expansión que ya se proyecta internacionalmente, tanto en el mundo salado como en el dulce.
Al igual que en 2015, cuando el equipo chileno compuesto por Ian Bortnik, Rodrigo Rojas y Jorge Ortega consiguió el segundo lugar en la entonces segunda edición del certamen latinoamericano, con lo que tuvo la posibilidad de competir en la gran final de la Coppa del Mondo della Gelateria en Rímini, Italia; una nueva participación de representantes de nuestro país en un certamen de estas características no solo elevaría el estándar técnico del sector, sino que abriría nuevas posibilidades comerciales y de posicionamiento en un rubro con fuerte valor agregado.
Tal como conversamos con los colegas de la heladería Dai! de Providencia mientras esperábamos los resultados del torneo, formar un equipo chileno que compita en la próxima edición no es solo deseable: es una necesidad estratégica si se busca fortalecer el desarrollo de la heladería artesanal como disciplina profesional y proyectar nuestra identidad culinaria en nuevos formatos.
Para esto, no basta con el dominio de la técnica. Se necesitan recursos, apoyos intersectoriales, buenas ideas, trabajo colaborativo y por sobre todo, tiempo. La conclusión después de este viaje es que la experiencia en Córdoba lo deja claro: Latinoamérica tiene mucho que decir en el mundo del helado y Chile no puede quedarse fuera.