Por razones, geográficas, culturales y estratégicas, Argentina tiene una relevancia gravitante para el turismo en Chile, a la vez que nuestro país también tiene una incidencia importante para esta actividad al otro lado de la cordillera.
De hecho, en términos de cifras de turismo receptivo, el 32% del tráfico de pasajeros a Chile proviene de Argentina, mientras que el 15% de los visitantes internacionales que llegan a Argentina corresponde a turistas chilenos.
La cercanía territorial entre ambas naciones, vinculados a través de una fluida conectividad aérea y terrestre, con frecuencias de vuelos diarias y mediante distintos pasos fronterizos a lo largo de la frontera común, facilitan esta integración turística que resulta esencial para el desarrollo del rubro en los dos países.
En este contexto bilateral, participé a comienzos de julio en un encuentro denominado «Diálogos del Cono Sur», que organizó Prochile en Argentina, la Embajada de Chile en ese país y las Cámara Chileno Argentino y Argentino Chilena, instancia en la que se abordó el turismo entre ambas naciones.
Durante el encuentro se trataron precisamente temas de integración y facilitación turística entre Chile y Argentina, y se conversó sobre los problemas en las fronteras, alternativas de promoción de destino frente a terceros mercados y turismo receptivo, aspectos en los que hay coincidencia de la necesidad que existe de simplificar los trámites actuales para impulsar un aumento del flujo de turistas entre los dos países y en relación con terceros mercados (Europa, Usa, Asia).
En la reunión propuse -como ha sido planteado por otros en instancias bilaterales similares- que esta integración debe perfilarse entendiendo a Chile y Argentina como un solo destino dentro de la región, considerando que ambos constituyen un circuito integrado que es muy valorado por los turistas, especialmente de larga distancia, que cuando vienen a Sudamérica, lo hacen muchas veces visitando los dos países.
Esta sinergia de considerar a los dos destinos como uno solo, posibilitaría una serie de ventajas que harían más atractivo para los turistas internacionales visitar la región, ya que se ampliaría y potenciaría la oferta turística de la que disponen Chile y Argentina, facilitaría a la vez tener un mayor impacto y alcance en la promoción internacional de ambos destinos, y se fortalecería también la competitividad frente a los mercados de competencia directa en el continente americano.
Sinergia que al mismo tiempo permitiría apalancar con mayor fuerza la reactivación del rubro en los dos lados de la cordillera, en momentos en que el turismo requiere con urgencia ponerse de pie tras dos años y medio de crisis derivada de la pandemia, además de la necesidad que existe por recuperar competitividad que se ha perdido durante este período.
Los momentos de crisis también ofrecen ventanas de oportunidad, que si sabemos aprovechar adecuadamente, profundizando la integración turística entre Chile y Argentina, el beneficio puede ser mutuo y de largo plazo. En esa línea seguiremos trabajando desde Fedetur con los actores públicos y privados de ambos países.