Concluyó recientemente en Glasglow la cumbre planetaria sobre el medioambiente, donde una vez más el acelerado proceso del cambio climático se tomó la agenda del importante encuentro.
Si bien las conclusiones y resultados de la COP26 dejó adherentes y detractores, lo concreto es que como sociedad global debemos extender la toma de conciencia del problema y buscar mecanismos que contribuyan a revertir el proceso y sus negativos efectos, ya que está en juego la preservación del lugar donde habitamos y que le legaremos a las nuevas generaciones.
En el caso de Chile, el fenómeno impacta con particular fuerza, según reportan estudios internacionales, que indican que nuestro país será uno de los más afectados, por ejemplo, por el aumento de los mares y el derretimiento de los glaciares, considerando que tenemos más de 4 mil kilómetros de costa.
De hecho, el cambio climático ya se puede observar con notoriedad en la escasez prolongada de lluvias, especialmente en la zona central del territorio nacional, y en las altas temperaturas que se registran de forma anómala en distintos meses del año.
El enfrentar el cambio climático y el cuidado del planeta no puede seguir siendo sólo una declaración de buena voluntad, y rápidamente debemos traducir esas intenciones en acciones concretas que desde la experiencia individual y colectiva aporte, entre otros aspectos, a la reducción del CO2, uno de los principales factores que explica el calentamiento global.
En la industria gastronómica local se vienen adoptando medidas destinadas a resguardar el medioambiente e implementar prácticas sustentables en la operación y funcionamiento de nuestro sector. Hace poco fue promulgada la ley de plásticos de un solo uso, que, a partir de febrero de 2022, establece limitaciones a la entrega, por parte de los establecimientos de expendio de alimentos preparados, de productos de un solo uso, tales como vasos, tazas, cubiertos, palillos, pocillos, bombillas, platos, copas, cajas o envases de comida preparada, bandejas, sachets, individuales y tapas (salvo las de botellas), que no sean reutilizables.
Esta iniciativa busca reducir los desechos plásticos en el país, teniendo en cuenta que en Chile anualmente se generan 33.000 toneladas de plásticos, donde sólo un 8,5% del plástico que se consume logra ser reciclado.
Para debatir de estos temas e intercambiar ideas de cómo la industria gastronómica puede ampliar y mejorar las prácticas de sustentabilidad es que hace un par de semanas Achiga junto a PedidosYa organizamos el seminario “Restaurantes: rol frente al cambio climático y sostenibilidad en Chile”, instancia en la que participó la Ministra del Medioambiente Carolina Schmidt, junto a expertos en este tema y representantes del sector gastronómico.
Se trató de un encuentro en el que se expusieron diagnósticos y visiones respecto a cómo está abordando el rubro este asunto y los desafíos que tenemos por delante para ofrecer un aporte real y concreto en el cuidado del planeta.
Porque si bien hemos avanzado en acciones positivas al respecto, queda una larga y permanente tarea por desarrollar una cultura de cuidado del medioambiente, que se traduzca en medidas efectivas que cuiden el planeta y contribuyan a frenar el calentamiento global.
Como industria tenemos el firme compromiso en estas materias y seguiremos trabajando para alcanzar logros concretos en beneficio del planeta.