La gastronomía se disfruta con los sentidos, pero, además, los sabores y olores nos evocan sentimientos y recuerdos. Por ejemplo, un plato de cordero puede transportarnos a las tierras vírgenes de la Patagonia, mientras que un ostión nos hace viajar a la costa de Tongoy.
Para ser más preciso en crear estos recuerdos y emociones se pueden usar imágenes, colores, sonidos y música que los evoquen a través de pantallas o proyectores.
También, así como la música algo que es muy valorado por los comensales es el silencio. Un ambiente relajado y silencioso hace que los asistentes disfruten y se conecten con el entorno.
La ornamentación también es un elemento importante a la hora de hacer vivir una experiencia. Los comensales percibirán que cuidas los detalles. Para ello se puede combinar la decoración con materiales naturales y endémicos del lugar.
Crear la atmósfera adecuada puede hacer que tus clientes dejen de estar por unos minutos en tu restaurante y pasen a explorar el mundo a través de su comida. Es así como podrían nacer comidas temáticas bajo títulos como “pescados del sur de Chile” o “un plato por cada pueblo aledaño”.
Unificar estos conceptos para proponer instalaciones aspiracionales es el objetivo en estos tiempos.
Las instalaciones aspiracionales son lugares que se han configurado para emocionar al cliente, buscando el “Efecto wow” tendencias en cultura eco, cuidar los detalles y la ambientación como los jardines verticales, confort y potenciar factores diferenciales como vistas en las terrazas. Atender todos estos detalles harán que la experiencia sea mayor que la expectativa por lo que la fidelización del cliente debe ser el objetivo de cada una de las empresas que se aventuran en la restauración.
CUIDAR AL PRINCIPAL CLIENTE, EL PERSONAL
El primer cliente de un restaurante es su equipo. Apostar por tu equipo como factor competitivo representa una clave de éxito.
Un equipo formado en innovación y en el que se han trabajado competencias blandas es una garantía de calidad. El rápido avance del sector gastronómico hace que la formación continua sea la mejor aliada.
En Chile no es bien visto y menos utilizado el “Erasmus gastronómico”, que fomenta la movilidad y el intercambio de los profesionales de la gastronomía. Dicha actividad supone un beneficio para los chefs, que aprenden nuevas técnicas para el restaurante, y se nutren de tendencias de otros lugares, y para los clientes como no, es un beneficio ya que no tienen que desplazarse para disfrutar de la innovación gastronómica dada solo en lugares exclusivos.
Innovar no es solo adquirir equipo moderno e invertir en tecnología, en temas de innovación turística y hotelera va mucho más allá.
Muchas veces, la innovación también se lleva a cabo con la implementación de procesos o elementos completamente nuevos, destinados a lograr mejores resultados. Que, en momentos de crisis, como esta pandemia, es aún más importante sí cabe.
La innovación continua es la base de la adaptación y del futuro éxito y no es un mero capricho para los trabajadores dar esta herramienta.
Aquí se detallan algunas de las mejores ideas que se han llevado a la práctica para innovar y hacer frente a las dificultades generadas por el Covid-19.
Cocina non-stop: Es decir que está funcionando siempre que el restaurante se encuentra abierto al público. No solo almuerzo o cena.
Potenciar los desayunos y el brunch: Los restaurantes que ofrecen ofertas para el desayuno o el brunch se encuentran ante una oportunidad muy buena para mejorar la facturación.
Delivery más sofisticados: Muchas personas que antes se reunían en restaurantes ahora lo hacen en alguna casa o apartamento y encargan comida a domicilio, para sentirse más seguros que en un local público.
Showcooking al aire libre: Una buena forma de atraer a más público a tu restaurante es sacando a un cocinero a la sala o terraza.
Productos de temporada y jornadas gastronómicas: Otra forma de impulsar la afluencia de clientes hasta tu negocio consiste en crear eventos o menús especiales en función de la temporada.
“ser resolutivo, imaginativo y flexible es esencial para adaptarse a los constantes cambios.”