A medio camino entre los mercados gourmet y los centros de ocio y restauración de los centros comerciales, estos rincones permiten disfrutar de lo mejor de la comida callejera nacional e internacional sin necesidad de andar buscando cada día un nuevo espacio, e incluso permitiendo que, si un grupo de personas busca cosas diferentes que comer, lo puedan hacer bajo el mismo techo y en la misma mesa.
El Concepto
El concepto como tal es sencillo y lleva funcionando sin necesidad de ningún soporte de influencers en Sudeste Asiático, Europa o América Central desde hace décadas. Bajo un mismo lugar, muchos restaurantes y puestos de comida comparten un mismo espacio ocupando el equivalente a un puesto de un mercado de abastos. La barra es solo para pedir y retirar los pedidos, ya que se come en un gran espacio común, normalmente central, en el que grandes mesas están al servicio de todos los clientes, sin importar de qué local sea la comida.
El ahorro en espacio es total, así como el pago del arriendo y las instalaciones propias por parte de cada restaurante, lo que se ve reflejado también en los precios. Así, sin necesidad de ir a ningún otro lugar, podremos comer cada día algo diferente, rápido y a buen precio. Y en algunas de las grandes capitales las opciones se hacen más llamativas con tendencias actuales, comidas alternativas y todo tipo de influencia gourmet que aparece en las grandes ciudades.
En Chile, la propuesta es similar a la de otras grandes ciudades: se instalan en zonas con accesos a parques o bien ocupan una amplia planta alta en centros comerciales o edificios de zonas turísticas .
La idea es crear espacios que reciban una combinación de personas locales y turistas, un punto de encuentro de familias y amigos desde el desayuno a la cena. Estos espacios cuentan con una sólida puesta escenográfica diseñada por arquitectos locales la mayoría de las veces, sonidistas reconocidos , colaboradores ligados a las artes visuales, Chile no se queda atrás en este punto, siguiendo fiel al estilo en uno de los últimos Food Hall aperturado, reúne a 14 restaurantes de distintas tendencias que ofrecen más de 100 opciones entre todos ellos . Además de la propuesta gastronómica, hay una agenda cultural que incluye música en vivo, exposiciones de arte y eventos especiales.
Por qué nos gustan tanto
A veces en nuestras ciudades comer supone un verdadero problema: los locales están llenos hasta arriba, no queremos esperar ni aguantar largas filas, las distancias son extensas, no nos ponemos de acuerdo con nuestros acompañantes acerca de lo que vamos a comer, queremos probar un poco de todo y no sabemos por dónde empezar
… ¡Es por todo esto por lo que los Halls gastronómicos gustan tanto!
Aprovechando la plataforma
Sería muy interesante aportar en esta tendencia con desarrollos de proyectos locales, lograr que las ciudades empiecen a ganar protagonismo. La idea es hacer mucho más que un food hall. “Se trata de crear un catalizador para incentivar la colaboración y contar con espacios para el desarrollo de la gastronomía, artesanos, músicos y líderes creativos”.
Creando un puente entre las comunidades culinarias y creativas en un ambiente de colaboración y sinergia, en Chile bien somos capaces de atraer e inspirar a quienes comparten ideas, al mismo tiempo que, bajo un mismo techo, podemos satisfacer el paladar de quienes nos visiten”. Esto es como crear el plan de negocio perfecto, llegar al fin de la tarde, disfrutar de las terrazas y después elegir un plato en el lugar que más nos mueva, y nos de la posibilidad de saborear mientras suene una banda en vivo o bien alguna intervención cultural.
El desafío
Lograr que cada vez que se visite el lugar, las personas se vayan contentas y satisfechas con la experiencia que acaban de vivir. Hoy más que nunca existe la necesidad de vivir experiencias que dejen buenas sensaciones y nos entreguen un pedacito del lugar que se visita . Ya la compra o el consumo del producto por sí solo no hace la diferencia,