El turismo no es moneda de cambio

El turismo no es moneda de cambio

Presidenta Ejecutiva
Federación de Empresas de Turismo de Chile

En las últimas semanas el turismo resultó fuertemente afectado por dos situaciones que tenían un denominador común: personal de Conaf y del Aeropuerto de Santiago quienes iniciaron movilizaciones para exigir que se resuelvan sus demandas laborales, en fechas especialmente sensibles para la industria turística, con el propósito de forzar a las autoridades pertinentes a reaccionar y pronunciarse frente a sus requerimientos.

Se ha vuelto habitual que se utilice al turismo como moneda de cambio para obtener respuesta a demandas que pueden ser legítimas, pero que ponen en riesgo el normal funcionamiento de un sector que es muy relevante para la economía nacional, y que impacta también la imagen de Chile.

En el caso de los guardaparques, iniciaron movilizaciones en el período donde los tours operadores comienzan a concretar las reservas de los turistas que visitarán los parques nacionales durante los meses de temporada alta, proceso que se vio entorpecido porque el personal movilizado decidió no validar los tickets adquiridos mediante la plataforma `Pases Parque´. A su vez, un grupo de trabajadores de Nueva Pudahuel paralizó justo en el inicio del feriado extralargo de Fiestas Patrias, medida que no alcanzó a tener mayor impacto ya que se llegó a un acuerdo entre la concesionaria y el sindicato tras dos días de paro.

Situaciones similares han venido ocurriendo en años anteriores, lo cual representa una amenaza para el turismo, cuestión que debe ser abordada por el Estado y los gobiernos de turno, ya que no se puede volver costumbre que se utilice al turismo como mecanismo de presión para alcanzar determinados objetivos, por muy válidos que estos sean.

Como toda actividad productiva, esta industria requiere de certezas para funcionar, especialmente en una etapa crucial de reactivación como lo es la  actual, en que es fundamental  recuperar la competitividad y mostrar que Chile es un destino con la capacidad de ofrecer buenas experiencias y servicios de primer nivel tanto a los turistas nacionales y extranjeros.

Estos episodios son indicativos claros de la falta de conciencia que existe a nivel de las autoridades y de la ciudadanía, respecto a la relevancia estratégica que tiene esta industria para el país y para las mismas actividades de las que los trabajadores son parte. Un ejemplo de ello es lo que ocurre cuando se pone en riesgo la visita de turistas a los parques nacionales, considerando que la entrada que pagan por ingresar va destinada precisamente a financiar la remuneración de los propios guardaparques y a la mantención de esos recintos y su infraestructura. De igual forma, provocar una afectación a los servicios aeroportuarios por parte de quienes trabajan en estos recintos, puede derivar en un daño no sólo al turismo, sino que también a ellos mismos si es que la demanda de pasajeros se ve disminuida por movilizaciones de este tipo.

Por lo mismo, no es razonable que se continúen ejerciendo este tipo de acciones, por muy legítimas que sean las demandas de los trabajadores que las realizan, ya que su fuente laboral depende del turismo. En la medida que el Estado y el país comprendan la importancia estratégica de esta actividad y le asignen la relevancia que amerita, situaciones de esta naturaleza no se debiesen repetir.