El Santiago de los jóvenes

El Santiago de los jóvenes

Periodista gastronómica y consultora en turismo gastronómico
Cambiando paradigmas desde Gastromujeres
Viajamos en Ruta de Los Abastos
Miembro de Mujeres en Turismo

La capital chilena me presenta una ciudad con cambios importantes en sus cocinas. La pandemia y la presente inestabilidad económica, han modificado el tablero de jugadores y estimulado la inventiva capitalina de manera sensacional.

El relevo generacional es una realidad para celebrar en Santiago, una ciudad en la que crecen propuestas lideradas por cocineros y emprendedores con muchas cosas por decir. Todos coinciden en hacer una cocina con menos ataduras y más responsabilidades; empezando por el uso de la despensa, el compromiso con sus equipos de trabajo y la calidad de vida de los mismos, y el desarrollo de propuestas que presumen orgullo por lo nacional, por lo que se produce y hace en el país.

A la cabeza, Matías Arteaga, que junto a León Reynes, constituyen la sociedad más prolífica del panorama actual. Ambos están al frente del restaurante Toni Lautaro, un espacio disruptivo, fuera del molde, que vuelve nuevo lo clásico, que hace de los vegetales, de la pizza, algo actual. Me gusta.

He podido percibir el vibrante frescor de los platos de la Barra de Pickles el negocio que es planta de producción y comedor de los hermanos Lucas y Manuela Iribarren, al tiempo que confirmé la profundidad y el rigor del trabajo de Francois Pla en Citadelle, cuya cocina confortable, sabrosa y sencilla, está enfocado a la conquista del público local.

El buen momento culinario que percibo es un hecho del que participa el vecino del barrio, el santiaguino de a pie y una sorprendente clientela menor de 40 años, estimulados por una movida que renace empujada, sobre todo, por emprendedores jóvenes, igual que ellos, profesionales que han volteado el panorama gastronómico, haciéndolo menos docto, más cercano.  Llama la atención ver a los chicos apreciando un buen berlín, valorando un vino de Itata e interesados en el origen del producto.

Disfruto del trabajo más asentado de Manuel Balmaceda en Cora; de los sánguches y masas de Recreo de Hambre, tanto como Guappo, la apuesta de mercado de Maximiliano Muñoz que anuncia nueva apertura (Huggo comedor), y que seguirá engrosando la lista de lugares interesantes de la ciudad.

Otra buena noticia, es la nítida presencia femenina en la escena. Paula Nazal, de bar La Providencia, Camila Fiol, de Fiol Dulcería, María Cabezas, Veguria; Francisca Leyton, La Panadera; Karla Martínez y Beatriz Solari de Siam Thai, son solo algunas de las profesionales que marcan el ritmo de la gastronomía en la capital chilena.

Me quedan por conocer referencias de las que muchos hablan, como Caos Comedor de Gabriela Lavín y Simón Delgado o Calambur, de Alexis Morales-

Santiago muestra propuestas marcadas por la libertad en las ideas y en las formas. Cocinas que no paran de crecer.