Entre octubre y noviembre próximo se desarrollarán en Chile los Juegos Panamericanos y ParaPanamericanos, donde se espera que lleguen unas nueve mil personas sólo entre deportistas y las delegaciones, más la llegada de unos 100 mil visitantes internacionales que arribarían al país para presenciar este importante certamen.
Según proyecciones de Fedetur, ambos torneos podrían dejar unos 70 millones de dólares en ingresos durante el periodo que se realicen ambas competiciones en las distintas sedes donde se llevará a cabo, permitiendo un importante reimpulso de la actividad turística en la última parte del año.
Estos Juegos no sólo serán importantes en términos económicos para el sector y el país, sino que también porque representan el regreso de eventos masivos de este tipo a Chile tras la profunda crisis que ha afectado al rubro por el estallido y la pandemia. Cabe recordar que en 2019 se tuvieron que suspender tres eventos internacionales de gran relevancia, como la APEC, la COP 25 y la final de la Copa Libertadores, debido a la violencia callejera que se desató en octubre de ese año, suspensión que provocó pérdidas millonarias para el turismo, al cancelarse todas las reservas que estaban programadas.
A su vez, representan una importante vitrina para Chile como destino, ya que a la asistencia de muchos turistas internacionales, se suman las transmisiones y cobertura desde el extranjero, donde millones de personas también están pendientes de lo que ocurre durante el certamen. Es decir, estos torneos tienen un impacto en la imagen del país, cuestión que en el escenario actual es muy relevante para poder recuperar la competitividad perdida durante la crisis.
Por eso es muy importante que estemos preparados para la organización de estos Juegos, tanto en materia de infraestructura, servicios, oferta turística y seguridad pública. Este último factor resulta clave para dejar una buena impresión a los visitantes que lleguen a Chile, especialmente en el contexto de hoy, donde la delincuencia exhibe cifras inquietantes, donde el sector turismo también se ha visto afectado.
Tenemos que ser capaces de marcar la diferencia y evitar que episodios delictuales empañen el alcance e impacto positivo de estos eventos deportivos, sobre todo, considerando que Chile junto a Argentina, Uruguay y Paraguay están buscando adjudicarse la organización del Mundial de Fútbol 2030.
Aprovechemos esta oportunidad que tenemos para seguir siendo una sede atractiva como destino para desarrollar diferentes eventos masivos que atraen a turistas de distintas latitudes, ya que eso contribuirá a que la industria del turismo se recupere más rápida y siga aportando al desarrollo del país como parte de una política de Estado.