En días recientes se conformó en la Cámara de Diputados, la Bancada del Turismo, una instancia que está compuesta por parlamentarios de distintos sectores políticos, orientada a fortalecer el desarrollo del turismo mediante iniciativas de ley y medidas que impulsen esta actividad y permitan capitalizar todo el potencial que tiene Chile para transformarse en un destino competitivo a nivel mundial.
La conformación de esta bancada es parte del trabajo que estamos realizando como industria, desde Fedetur, que busca establecer una serie de alianzas estratégicas con distintos actores del ámbito público y privado, con el propósito de lograr que el turismo sea considerado un sector económico estratégico para Chile y una prioridad para el Estado y todos los estamentos involucrados con la actividad turística.
Estamos enfocando nuestros esfuerzos en transmitir y concientizar sobre la relevancia que puede alcanzar el turismo para el desarrollo económico y social del país si es que somos capaces de aprovechar eficientemente todas las ventajas y atributos que tenemos como destino turístico, a partir de la riqueza y diversidad de nuestro territorio y ecosistemas. Valor que se ve reflejado en las múltiples distinciones que ha recibido Chile en los últimos años, mediante reconocimientos como mejor destino aventura y de naturaleza, por mencionar algunos. Valor que muchas veces es más apreciado por los turistas extranjeros que por nosotros.
Esto es precisamente lo que tiene que cambiar para que podamos transformar al turismo en uno de los tres sectores económicos más importantes del país. Se trata de una decisión política en primer lugar, porque eso requiere de la participación protagónica y activa del Estado, de las reparticiones públicas, de las autoridades y de los funcionarios. Es decir, que se adopte la decisión de convertir al turismo en una de las actividades basales de la economía, como lo han hecho otras naciones, con muy buenos resultados.
Es un camino que requiere tiempo y mucho trabajo, por eso es fundamental adoptar esa definición política lo antes posible, como ha ocurrido, por ejemplo, con el litio y el hidrógeno verde, donde ha sido el Estado, mediante políticas públicas y una planificación estratégica, la que está impulsando el desarrollo de esas industrias.
La falta de prioridad del Estado respecto al turismo es evidente y se expresa en el insuficiente presupuesto que se otorga actualmente para promoción internacional, que llega a los 8 millones de dólares, muy por debajo de otros mercados de la región que son competencia directa, que invierten tres o cuatro veces más, lo que nos resta competitividad y nos deja en una condición desventajosa.
El desafío de establecer alianzas estratégicas para transformar al turismo en una industria desarrollada, lo hemos tomado como una cruzada, y en esto seguiremos trabajando hacia adelante, porque tenemos la convicción de los beneficios que representa este sector para Chile y sus habitantes, ya que, entre otros aspectos, permite diversificar la matriz productiva, promueve la sustentabilidad, fomenta la descentralización, genera empleos de calidad, y contribuye a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas.