24 de marzo, Día Europeo del Helado Artesanal
Un helado a base de avellanas tostadas y cacao, bautizado como «Hallelujah” en honor al Jubileo que se desarrollará en la Santa Sede a fines de este año -en español, Aleluya-, fue el protagonista el pasado 24 de marzo del Día Europeo del Helado Artesanal, una jornada que exalta la calidad, la tradición y la creatividad de este alimento que ha conquistado los paladares de millones de personas y que encuentra en los países europeos a sus exponentes más reconocidos.
La iniciativa fue impulsada desde el año 2009 por Artglace, la Confederación de Asociaciones de Heladeros Artesanos de la Comunidad Europea, quienes sostuvieron extensas tratativas para convencer a los parlamentarios europeos de la importancia de contar con un día dedicado a celebrar al helado.
Es así como el 5 de julio de 2012, el Parlamento Europeo establece oficialmente el «Día Europeo del Helado Artesanal», a celebrarse todos los 24 de marzo de cada año subrayando, entre las razones, que «entre los productos lácteos frescos, el helado artesanal representa la excelencia en términos de calidad y seguridad alimentaria, lo que realza los productos agroalimentarios de cada estado miembro individual».
A partir de 2015, la Asamblea de Artglace vio en esta jornada un vehículo para difundir y promover los productos típicos de cada una de las 7 naciones participantes en la Confederación, impulsando la creación de un sabor del año en honor a los países socios. El ciclo se inició con el “Chocolate de Austria”, variegado con mermelada de damascos. El 2016, Bélgica fue homenajeada con el “Poire Royale”, un helado de pera variegado con salsa de pera y galletas speculoos. Posteriormente, en 2017 fue el turno de Francia con “Framboise Melba”, un sorbete de frambuesa con salsa de melocotón.
La clásica “Selva Negra” alemana no podía estar ausente, por lo que fue el sabor elegido para el 2018, con un helado de chocolate acompañado con guindas. En 2019 fue el turno de Italia y su “Tiramisú”, helado de mascarpone con café, bizcochos y cacao; para luego, en 2020, homenajear a Holanda con un yogur con frutillas y el 2021 a España con su emblemático “Mantecado”, un helado antiguo de crema de vainilla, veteado con salsa de naranja y virutas de chocolate negro.
Posteriormente, en 2022 crearon el “Dulce sinfonía” en honor a Europa, un helado de chocolate y avellanas con ricotta fresca e higos en sirope de ron. El 2023 fue el año dedicado a Austria, con el “Apfelstrudel”, un helado de base blanca con pulpa de manzana, aromatizado con ron y aceite de limón y el 2024, Bélgica transformó en helado su icónico Waffle De Lieja, a partir de una base neutra aromatizada con vainilla y canela, sembrado con mantequilla salada y acompañado de una oblea de gofre de Lieja.
El sabor de este año fue creado por Vincenzo Squatrito de «Ritrovo Orchidea» en Olivieri (Messina), y fue anunciado en el SIGEP de Rímini tras un concurso en el que participaron 30 maestros heladeros de toda Europa. La receta del helado, por cada kilo de mix, está compuesta por 618 gr. de leche entera fresca; 50 gr. de leche condensada azucarada; 20 gr. de azúcar invertido; 110 gr. de pasta de avellanas; 30 gr. de cacao 22% – 24% Mg; 7 gramos de leche descremada en polvo, 60 gr. de sacarosa, 40 gr. de glucosa en polvo 38 DE, 60 gr. de dextrosa, 4 gr. de estabilizante neutro y 1 de sal.
El Hallelujah considera, además, la preparación de una cobertura con 85 gr. de chocolate origen Venezuela 72% cacao y 15 gramos de manteca de cacao por cada 100 gr., con el fin de obtener un punto de fluidez adecuado pero a la vez crujiente; acompañada de avellanas. La recomendación de los organizadores es hornearlas a 150°C durante aproximadamente 10 a 15 minutos hasta que estén tostadas, para luego trozarlas y agregarlas al helado en la fase de extracción junto con el chocolate.
Este día también sirve para reconocer la importancia económica y cultural del sector heladero en Europa. Con más de 65.000 establecimientos dedicados a la elaboración de helado artesanal, esta industria genera empleo para aproximadamente 300.000 personas. Junto con dar inicio a la temporada, la celebración del Gelato Day europeo demuestra que el helado no es solo una cuestión de placer, sino también de sustento para miles de familias y pequeños empresarios que mantienen vivo el espíritu de la heladería tradicional.
Este mismo espíritu es el que junto a Sebastián Lobos nos inspiró para impulsar el Día del Helado Chileno, que con el respaldo de múltiples instituciones gremiales y gubernamentales, celebramos con éxito el pasado 18 de julio por primera vez y este año trae grandes sorpresas y novedades. De eso y más conversaremos en la próxima columna.