Junto a la cultura y naturaleza

Casa del Sol Machu Picchu Boutique Hotel

Junto a la cultura y naturaleza

Inspirado en lograr una experiencia sublime, este lugar parece tenerlo todo para quien busca tranquilidad y conexión con la naturaleza. Clave es su emplazamiento, uno los destinos más particulares del planeta, imponente escenario cuya energía y cultura se expanden por cada uno de los espacios del hotel. Como complemento, suma un atractivo desarrollo culinario con insumos de un valle histórico y patrimonial

Situado en Machu Picchu Pueblo, Aguas Calientes, el hotel Casa del Sol resalta como un acogedor espacio de alta hotelería próximo al río Vilcanota y con vistas a montañas andinas del Valle Sagrado de los Incas.

Galardonado desde 2015 con los premios Traveller’s Choice Awards de TripAdvisor, el recinto con categoría de cuatro estrellas superior se orienta a pasajeros de nivel medio alto y, más puntualmente, a un público deseoso de una experiencia hotelera con plena comodidad. Brinda un ambiente placentero y de calma para los huéspedes, detalle esencial de una iniciativa que abraza la idea de centrarse en la vivencia del cliente. “Nuestro principal objetivo es que su estadía le ayude a integrarse con la naturaleza, los espíritus de las montañas y el río, junto a la cultura incaica y un equipo de personas comprometidas con brindar un servicio personalizado y único”, detalla Jorge Molina, gerente general y propietario del hotel.

Casa del Sol abrió sus puertas en 2013, pero su origen está entre los años de 1999 y 2010, a partir de lo hecho por SERTURAN, una empresa familiar también creada por Jorge Molina que otorgaba servicios logísticos e integrales a bordo de los trenes y auto-vagones en la ruta Cusco – Machu Picchu, vinculada a Perú Rail, firma perteneciente a Orient Express. “Durante esta etapa, percibí profundamente las diferentes necesidades y motivaciones de los turistas que viajaban desde todos los rincones del mundo a visitar el Santuario Histórico de Machu Picchu, y pude percibir que la mayoría de los turistas deseaban quedarse más tiempo para así poder apreciar con mayor detenimiento la majestuosidad y el indescriptible momento del amanecer en este lugar. Fue así que, conversando y conociendo a los turistas, me dediqué a la búsqueda de terrenos en Machu Picchu Pueblo y a desarrollar el proyecto Casa del Sol con un servicio de alta calidad”, dice el gerente del hotel.

Jorge Molina, gerente general y propietario del hotel

Un aspecto clave que destaca desde el principio de las operaciones es el compromiso con la revalorización de la cultura peruana, es por lo que su ambientación tiene la peculiaridad de incluir telares, pinturas y cerámicas de los grandes artistas del Valle Sagrado de los Incas. La fórmula busca que los huéspedes se sientan especialmente conectados con lo local, hecho que, por lo demás, marca diferencia respecto de otras opciones de la industria.

“Nuestro principal objetivo es que su estadía le ayude a integrarse con la naturaleza, los espíritus de las montañas y el río”

La distinción también se encuentra en el trato. “Nuestro hotel se encuentra entre los mejores de Machu Picchu Pueblo debido a la importancia que le otorgamos al servicio personalizado. La satisfacción de nuestros huéspedes se debe a la atención que ofrecemos en todas las áreas del hotel”, recalca su creador. Agrega que Casa del Sol tiene una filosofía basada en el servicio y la experiencia demostrada de forma consistente a través de la dedicación del equipo en hacer la estancia del huésped lo más placentera posible: “Creemos firmemente que no existe una mejor estrategia de marketing que la de un pasajero comentando sobre su magnífica experiencia con nuestro hotel”.

ESPACIOS ENMARCADOS POR EL PAISAJE

Una de las prioridades para concretar el proyecto fue encontrar un terreno que se situara cerca de la estación de trenes de Aguas Calientes, dado que el lugar no cuenta con transportes, siendo necesario caminar en toda circunstancia. Al conseguirlo, una de las grandes ventajas que tiene Casa del Sol es su emplazamiento, a escasos minutos yendo a pie desde la detención férrea o del centro de la ciudad.

En el desarrollo de la construcción se consideró el entorno y también características de la población. Jorge Molina resalta que, al ubicarse en una reserva natural, hubo especial cuidado de no afectar el área con la estética, la arquitectura y el diseño del hotel; de la misma forma, se escogieron materiales como madera, piedras e, incluso, revestimientos de tierra, para que el huésped se sienta conectado a la esencia del lugar, rodeado de un estilo clásico y elegante.

En la actualidad, el lugar cuenta con 40 habitaciones, son de tipo simple, doble, matrimonial, triple o suite y la mayoría ofrece panorámicas al Vilcanota, mientras que el resto brinda vistas hacia Aguas Calientes y las imponentes montañas que rodean el pueblo. El interior de cada una se caracteriza por ser elegante y tradicional, con decoración andina capaz de mezclar lo natural con lo moderno.

Cada habitación del hotel se luce gracias a una decoración en armonía con el entorno natural

Entre los espacios comunes sobresale la terraza que, a orillas del río Vilcanota, permite aprovechar al máximo la ubicación del hotel, ofreciendo un espacio al aire libre, fresco y encantador ideal para una conexión personal cerca de los cerros sagrados. “Rústica y relajante, es el sitio perfecto para poner nuestros sentidos en armonía con las montañas, logrando desarrollar meditaciones que permitan reconectarnos con el pasado de la cultura incaica”, acota Jorge Molina. Añade que, al igual que otras áreas de uso compartido, destaca como un ambiente sofisticado y natural: “Ofrecemos un escenario perfecto para un viaje de descubrimiento y enriquecimiento espiritual, donde cada espacio te brinda una opción de relajación única y un servicio especial”.

“Nuestro hotel se encuentra entre los mejores de Machu Picchu Pueblo debido a la importancia que le otorgamos al servicio personalizado”.

El restaurante y bar del hotel corresponde al corazón y alma de Casa del Sol. En su diseño interior lucen lámparas y tejidos andinos elaborados por artesanos y artistas peruanos, permitiendo rodearse por un ambiente que hace guiño a la herencia andina.

Por su parte y pleno de mística, K’intu Spa es un exclusivo circuito de aguas presentado como un oasis de calma y renovación para disfrutar, por ejemplo, con un masaje de piedras calientes sumergiéndose en el sonido del río y en los aromas de eucalipto, tomillo y limón, transportándose y memorizando una ciudad llena de historia y majestuosidad, refrescando mente, cuerpo y alma. Vale mencionar que el spa se proyectó para brindar una experiencia sensorial con diferentes métodos ancestrales, es así como hace uso de productos andinos con propiedades relajantes y, como complemento, también está disponible un jacuzzi donde el servicio anuncia y promete la experiencia de sumergirse en energías ancestrales.

LÍNEA SUSTENTABLE Y TECNOLÓGICA

La palabra sustentabilidad se hace sentir en toda Casa del Sol, siendo este concepto otra de las cualidades que brinda identidad al hotel. En esa línea, se puede mencionar que las amenidades son de origen ecológico y los insumos utilizados por el restaurante provienen del Valle Sagrado; proveedores locales les entregan sus productos orgánicos, contando desde verduras y frutas hasta carnes y truchas. Todo es parte de una fórmula seleccionada para asegurar calidad y frescura de todos los alimentos, según lo destaca el gerente general del hotel.

Por otro lado, mucho de nuestro personal viene de las zonas aledañas de Cusco. Nosotros nos encontramos comprometidos con ofrecer oportunidades laborales a todos los peruanos por igual, para ello, hemos creado un módulo de entrenamiento en la ciudad para capacitaciones en el servicio de atención en cada área”, agrega Jorge Molina.

La trucha es un destacado insumo de la cocina de Casa del Sol. De origen local y orgánico, se prepara, por ejemplo, con pastel rústico de papas andinas y también como ceviche

A su vez, para mejorar servicio y optimizar procedimientos, Casa del Sol se ha ocupado de trabajar con líderes en el rubro tecnología y logística, como Contactless Check-in Solutions y Web Solutions de TravelClick, contando con un software que permite al pasajero hacer su reserva y comprar diversos servicios en la web del hotel.

Para la reapertura, decidieron implementar scanners de última tecnología proporcionados por Adria Scan, que toma toda la información de los pasaportes en pocos segundos, permitiendo firmar de forma electrónica, sin necesidad de que los pasajeros toquen fichas de registro. También cuentan con métodos de pago sin contacto, de modo que todo cobro y entrega de comprobantes se hace a través de correos proporcionados al gestionar la reserva.

En la ensalada Casa del Sol se aprecia una expresión de cocina fusión entre lo marino y lo local
Lomo con Rissoto

Como herramienta para la prevención del contagio de Covid-19, y siendo el único hotel en Machu Picchu con el sello de seguridad Safe Travels brindado por World Travel and Tourism Council (WTTC), en Casa del Sol se comprometieron con mantener a sus pasajeros seguros desde el momento que llegan al hotel hasta su salida, utilizando protocolos basados en lineamientos nacionales e internacionales, disponiendo desinfectantes de primera calidad y puntos de control en el acceso.

Ravioles de ternera y un lomo con risotto son muestras de la creatividad con que trabaja el equipo liderado por el chef Ángel Torres
De inspiración familiar, los platos de la carta del restaurante incluyen cálidas preparaciones como la sopa de tomate

COCINA ÍNTIMA Y FAMILIAR

Los servicios gastronómicos de Casa del Sol se desarrollan con todas las medidas de seguridad, es así como sus cartas y menú se entregan por código QR y las cuentas se asocian directamente a la habitación para posterior pago con sistemas sin contacto. Pero más allá de esos resguardos, destacan como una experiencia culinaria inspirada en una apuesta familiar e íntima, básicamente por su origen, por la historia y vínculo de Jorge Molina con la cocina: “Crecí en medio de restaurantes y comida, curioso por los deliciosos olores y combinaciones gastronómicas. En los años 80 y 90, mi madre tuvo diversos restaurantes en la ciudad de Cusco, los cuales nos acercaron a mis hermanos y a mí al mundo de la cocina, mi hermana es chef graduada en Le Cordon Blue y mi hermano es propietario del restaurante Prego Cucina en Sao Pablo.

Trucha con pastel rústico de papas andinas
Trucha en pastel de quinua

La propuesta gastronómica de Casa del Sol fue inspirada en mi familia y el amor que sentimos hacia la comida, pues me dediqué a crear una experiencia incomparable en nuestro restaurante”. Para tal objetivo, la carta se creó con la asesoría de Jean Georges Sprunck, chef de gastronomía en USIL, en tanto Eduardo Molina –hermano del gerente general– trabajó en la elección de productos locales.

En el día a día, la cocina de Casa del Sol está a cargo de Ángel Torres, chef que llegó al hotel hace cinco años y que cautivó a los desarrolladores de la propuesta por su experticia, dominando especialmente la cocina fusión, local, marina e internacional. “Así, nos aseguramos de ofrecer a todos los clientes una cena maravillosa”, opina Jorge Molina.

En el Restaurante de Casa del Sol, donde es posible recibir 60 personas, luce una expresión culinaria contemporánea con sabores peruanos fusionados. El menú es siempre creativo y variado con colores vibrantes recogidos de toda la naturaleza que existe alrededor, destaca con detalles de flores comestibles e innovadores sabores utilizando pinceladas de la técnica molecular.

El desayuno que aquí disfrutan los huéspedes permite degustar los productos de Quillabamba y el Valle Sagrado, incluyendo variedad de frutas, jamones, huevos y quesos, es una oportunidad para promover los productos de la zona, muchos de ellos, exóticos para los pasajeros. “Cuando era niño, mi madre preparaba unas deliciosas mermeladas de piña y yacón, todos los días despertaba emocionado por probar su nueva creación. Ahora los huéspedes pueden degustar la misma receta familiar y sentir la magia de las mermeladas que ofrecemos”, ejemplifica Jorge Molina.

chef Ángel Torres

Para el resto del día, es posible disfrutar con platos que representan el concepto culinario del hotel, como el suave Mousse de Palta Quillabambina, servida con chip de papas nativas y brunoise de verduras cocidas con langostinos flambeados en vino y semiesferas de yogurt natural. En su preparación se ocupan la inmersión seca a 180 ºC, esferificación inversa y flambeado, esto último es una de las principales técnicas presentes en la cocina de Casa del Sol, implementándose, por ejemplo, con vino blanco en la preparación de carnes o langostinos, logrando aromatizar los alimentos. La inmersión seca de 180 ºC también destaca y se escoge en recetas como la de papas nativas para obtener chips. Ambas son muestras de una gastronomía que, en definitiva, se basa en mezcla de sabores y una estética tan original como creativa.

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