Han pasado 12 años desde que dos entusiastas arquitectos y un restaurador, unieron sus ideas y sueños para comenzar a cimentar un hotel en Valparaíso, que, gracias a su propuesta original, respetuosa de los materiales, del entorno y de la gente, hoy ha aumentado su capacidad y espacios y proyecta abrirse también en el norte de Chile.
La primera vez que hablamos con los dueños de Fauna, todos tenían 32 años, estaban celebrando que su hotel respondía a lo soñado, con buena afluencia de visitantes. En sus mentes rondaban ideas de más negocios, que efectivamente concretaron. Este reportaje, desarrollado casi 10 años después, demuestra cómo el tesón, el esfuerzo y por sobre todo el cariño a Valparaíso –contra viento y marea– permite que una idea bien gestada desde sus inicios pueda mantenerse y crecer continuamente.
Tomás Elizalde, restaurador y los arquitectos Roberto Fantuzzi y Jaime Rodillo, se conocieron de niños en el colegio en Santiago, se hicieron buenos amigos y entre medio de sus estudios profesionales, primeros trabajos y viajes por el extranjero fueron tejiendo una idea empresarial para montar en Valparaíso, que nunca pensaron que llegaría tan lejos. Después de recorrer los cerros caminando, dieron con una casa de 1870, que por su increíble vista, distribuida en varios pisos y su estratégica ubicación en Pasaje Dimalow en el corazón de Cerro Alegre, resultó perfecta para montar un hotel. En 2008 se instalaron a vivir en ella y empezaron a maestrear, tardando 3 años en terminar el hotel. Le pusieron Fauna porque “en el tiempo en que estábamos en obra pasaron muchas personas por esta casa, hicimos muchas fiestas y workshops, y solíamos llamar a la diversidad de gente que llegaba “la fauna””, recuerda Tomás.
Fauna se abrió en 2011 con 6 habitaciones y un restaurant para 30 personas, no obstante, en junio de 2013 finalizó la segunda etapa de crecimiento que llevó a aumentar a 15 habitaciones y un restaurant para 90 personas. El 2019, justo días antes del estallido social, terminaron otra gran obra de crecimiento con 7 habitaciones más, un patio con huerta y varios espacios comunes, producto de la unión de las casas y terrenos aledaños.
REFORMAS MÁS RECIENTES
Tal como en la versión original del hotel, Tomás, Roberto y Jaime, que conocen mucho de materiales, quisieron rescatar la estructura original del inmueble. “Desde siempre ha sido una labor muy comprometida con la restauración, de hecho, trabajamos con técnicas constructivas antiguas, no por ser pragmáticos, sino que por las propiedades que tienen los materiales tales como la tierra cruda y la madera reciclada. Nosotros desnudamos el inmueble para ver qué le sucedía, investigamos su historia, cómo cada material llegó hasta la casa lo cual nos produjo un gran asombro y derivó en el respeto de querer conservar lo máximo posible”, destaca Tomás.
Fauna se abrió en 2011 con 6 habitaciones y un restaurant para 30 personas, no obstante, en junio de 2013 finalizó la segunda etapa de crecimiento que llevó a crecer a 15 habitaciones y un restaurant para 90 personas. El 2019, justo días antes del estallido social, terminaron otra gran obra de crecimiento con 7 habitaciones más, un patio con huerta y varios espacios comunes.
Bajo la premisa de respetar los materiales y las líneas originales arquitectónicas de Fauna, hicieron un trabajo minucioso y muy bien pensado, para que las reformas ni se noten y el inmueble sea notoriamente más grande que su original. “Seguimos una línea más contemporánea para la ambientación de las habitaciones, sacando partido a la luz natural, a la orientación hacia lindas vistas y con detalles en el mobiliario, como mesas, porta equipaje, repisas y muebles de los baños, todos hechos en una maestranza que tienen Jaime y Roberto, donde se prefabrican piezas para las distintas etapas de la obra”, acota Tomás y resalta que sumaron en las piezas y áreas comunes más obras a las ya existentes, pues el arte es muy importante en Fauna. Hay cuadros de Cristian Elizalde, Mono Lira, Matu, Cristóbal García de la Huerta, Salvador Amenábar, Loro Coirón y murales de Eduardo Mena, Matías Santamaría, Martin Avendaño y Julio Narbona, entre otros.
En las áreas comunes interiores llama la atención el corredor de luz, centrado por la escalera que conecta todos los pisos, las áreas acogedoras y diferentes, con mayor presencia de plantas y antigüedades decorativas, para que los huéspedes descansen, se reúnan o trabajen. Otro espacio es el Spa, en loque antiguamente fue una habitación, con camilla de masaje y todo lo requerido para la relajación. En exteriores se hizo el patio de la huerta, con productos que se utilizan en el restaurant, y otros rincones rodeados de vegetación que son óptimos para sentirse en un oasis citadino y para compartir con las mascotas, pues Fauna es un hotel pet friendly.
HABITACIONES
El hotel, pese a su reforma, mantiene las 4 categorías de habitaciones, en las Básicas, sobresale el uso de la madera nativa –reciclada de otras casas–, de la tierra cruda y detalles de diseño y decoración. Ofrecen una vista al Pasaje Dimalow, uno de los típicos callejones del barrio de los inmigrantes. Otras, dan al interior de las fundaciones de la casa. Hay Wifi, baño con equipamiento moderno, sábanas de alto gramaje y plumones 100% pluma de pecho de ganso, amenities como jabón y shampoo 100% naturales en envases ecológicos, producidos por proveedores nacionales. En la Habitación Estándar, desde las ventanas se puede ver el pasaje Palma, por tanto, son luminosas y más amplias.
“Nosotros desnudamos el inmueble para ver qué le sucedía, investigamos su historia, cómo cada material llegó hasta la casa lo cual nos produjo un gran asombro y derivó en el respeto de querer conservar lo máximo posible”, destaca Tomás.
Las Superiores destacan por tener una vista inmediata al cerro Concepción y en parte a la Bahía de Valparaíso, por ende, son luminosas y cálidas y las Suite Fauna cuentan con una gran luminosidad, dado que tienen dos ambientes unidos pero independientes. Existe servicio de camas extras para algunas habitaciones y cabe recalcar que en ninguna de ellas hay televisión. “Es para propiciar el descanso y para que los pasajeros finalmente aprovechen el tiempo en la región para pasear, conocer y no se queden encerrados viendo tele”, apunta Tomás Elizalde.
RESTAURANT
El restaurant no tuvo cambios en su espacio, mantiene la capacidad para 90 personas y la opción de área interior y terrazas con hermosa vista de día y de noche desde el Cerro Alegre. La cocina abierta, desde sus orígenes, fue modernizada y el equipo de trabajo que lleva en Fauna muchos años, asumió nuevos cargos. Christian Manríquez, es el chef ejecutivo y Martin Quintanilla, el sous chef.
Christian creció en una cocina de puras mujeres donde le enseñaron el amor por alimentar. Su abuelo panadero le inculcó el sacrificio, responsabilidad y el afecto por los oficios. Estudió en el Liceo Gastronómico María Luisa Bombal y después en el Instituto Diego Portales. Posteriormente pasó por varias cocinas locales, tuvo la oportunidad de trabajar en Explora Rapa Nui, donde aprendió el trabajo con pescados y vegetales nativos. Además, laboró en Portofino 3 años donde las pastas y los mariscos frescos marcaron su gastronomía. Llegó a Fauna en 2013, tiempo desde el cual ha ido ascendiendo. Fue jefe de cocina por 3 años en Restaurant Internado y retornó a Fauna.
En las áreas comunes interiores llama la atención el corredor de luz, centrado por la escalera que conecta todos los pisos, las áreas acogedoras y diferentes, con mayor presencia de plantas y antigüedades decorativas, para que los huéspedes descansen, se reúnan o trabajen.
“Llegué a poder generar un equipo con amigos que hoy en día lideramos esta cocina. Hacemos gastronomía territorial con mucho amor, ocupando productos de nuestra huerta y de productores locales y dándole toques y técnicas actualizadas y modernas, sin olvidar la enjundia y los sabores en nuestros platos. Es más, para mantener viva la creatividad, contamos con sugerencias del día, lo cual nos permite desarrollar ideas, empleando los productos de temporada y de agricultores locales”, dice el chef quien dentro de los platos destaca Ceviche de algas, plato vegetariano con opción vegana,
“una entrada fresca y rica, que defiende fuertemente lo importante que es comer algas”; Tabla de mar para compartir. De fondo, Risotto de vegetales, ganador del premio al mejor de la V Región entregado por la Municipalidad de Valparaíso; Asiento saltado, Pescado con puré de zanahoria, Tiramisú y Mousse de Vermuth, al postre.
El bar panorámico a cargo del bartender Felipe Vargas, cuenta con coctelería de autor experimental, tradicional y alta presencia de productos de proveedores locales como destilerías, cervecerías artesanales y kombuchas. “Queremos dar algo innovador al cliente, con nuevos sabores, texturas y métodos”, de esta manera nacen tragos como Contra toda autoridad menos mi madre; Rosappel sour y Elixir.
INTERNADO, EMPORIO Y FAUNA ATACAMA
Paralelamente ha ido desarrollando más negocios como El Internado, desde 2016, en una casona vecina de Fauna, donde funciona un restaurant y varios espacios ocupados por locales ligados a la venta de arte y el diseño, una tostaduría de café, una sala de magia, además de salas que se arriendan para eventos. En su carta, hay especialmente una barra protagónica, sándwiches, hamburguesas con toques chilenos y creativos con mostaza y panes caseros, calugas de pescado, entre otros.
Emporio Echaurren, abrió en 2019, ubicado en el Barrio Puerto, con un almacén y cafetería, un lugar para hacer eventos en el subsuelo con capacidad para 200 personas. En el piso superior y terraza está el restaurant y pizzería Ciudad de Pie.
“Hacemos gastronomía territorial con mucho amor, ocupando productos de nuestra huerta y de productores de locales y dándole toques y técnicas actualizadas y modernas, sin olvidar la enjundia y los sabores en nuestros platos”, explica el chef Christian Manríquez.
“Hacemos gastronomía territorial con mucho amor, ocupando productos de nuestra huerta y de productores de locales y dándole toques y técnicas actualizadas y modernas, sin olvidar la enjundia y los sabores en nuestros platos”, explica el chef Christian Manríquez.
Fauna Hotel & Restaurant
- Pasaje Dimalow 166, Cerro Alegre, Valparaíso
- (032) 3270719 - +569 5607 0191 – (032) 2121408 (restaurant)
- Horario Restaurant: lunes a domingo 12:45 a 22:00 hrs.
- contacto@faunahotel.cl
- @faunahotelrestaurante
- @fauna.valparaiso
- www.faunahotel.cl