En plena pandemia, Max Ovalle decide materializar una visión arquitectónica que venía gestándose hace más de quince años, cuando apenas comenzaba a trabajar. Su idea era formar un equipo que les permitiera hacerse parte de los negocios a los que asesoran, impulsando su crecimiento y orientándolos desde mucho antes que inicie la obra misma. En entrevista con Chef&Hotel, Max Ovalle, gerente general de AOV, nos habla acerca de este enfoque comercial de la arquitectura, de la filosofía de su empresa y nos presenta una innovadora forma de pensar los locales gastronómicos.
A lo largo de su carrera siempre aplicó todos los criterios sustentables que tuvo a mano. Participó de seminarios y fue parte de obras reconocidas como arquitectura sustentable. Esa misma política se aplica en las construcciones que realiza AOV, principalmente a través del uso de materiales como el barro y la madera reciclada, nobles y de bajo impacto ambiental. Max es también fundador y parte del directorio de la Fundación Deporte Libre.
El enfoque comercial que guía las acciones de AOV es la última estación en el desarrollo como arquitecto de Max. Anteriormente había pasado por la arquitectura industrial y habitacional, pero sentía que quería ser un aporte no solo para una empresa o familia, sino que también para espacios públicos, visitables, con los que pudiera crear una relación en el tiempo.
“Nos gusta hacernos parte del negocio. Que el locatario nos vea como un socio que aporta valor a su marca y no como una empresa más que solo quiere cobrar. Nosotros orientamos al cliente de principio a fin. No queremos ser un gasto o una carga, queremos ayudar a enriquecer sea cual sea el proyecto o la idea que tengan en mente” explica Max.
En AOV, ofrecen un servicio que abarca desde la asesoría financiera y comercial hasta la llave en mano del local o restaurante. ¿Cuál es el principal desafío en todo este proceso?
En el tema arquitectónico ya teníamos muy desarrollado nuestro know how, pero ahora también de forma paralela hemos incorporado la asesoría comercial. Esto quiere decir que además de la obra misma, también ayudamos a nuestros clientes a elegir dónde se van a instalar y les damos nuestra asesoría integral en todo su proceso de marca. Este proceso previo a la arquitectura misma a veces puede ser muy largo. La asesoría comienza desde una idea, desde la simple intención de hacer un local comercial o gastronómico y de ahí a poner la primera piedra pueden pasar varios meses. Todo ese tiempo no determinado es quizás lo que más complejiza este proceso, pero es muy necesario para todo lo que viene después.
“Nos gusta hacernos parte del negocio. Que el locatario nos vea como un socio que aporta valor a su marca y no como una empresa más que solo quiere cobrar. Nosotros orientamos al cliente de principio a fin. No queremos ser un gasto o una carga, queremos ayudar a enriquecer sea cual sea el proyecto o la idea que tengan en mente” explica Max Ovalle gerente general de AOV.
¿Podrías contarme alguna experiencia reciente del tipo de asesoría integral que ofrecen?
Con Huentelauquén estuvimos desde el día uno en su instalación en el MUT. Ya habíamos diseñado y construido un local para ellos en Las Condes y nos pidieron asesoría para abrir en el nuevo centro comercial de Tobalaba. Desde ese momento caminamos junto a ellos. Visitamos varias alternativas de espacios y nuestro conocimiento de la marca nos permitió asesorarlos adecuadamente. Tomamos en consideración la forma en que trabajan, el tamaño de las cocinas y los ayudamos a elegir el local correcto. Hicimos el diseño, ejecutamos la construcción y el proceso terminó con éxito hace algunos meses. Cumplimos con las expectativas del cliente, los resultados de venta han sido los esperados y hemos recibido muy buen feedback. Las personas que han visitado el local de Huentelauquén también han hecho una excelente evaluación. Hoy estamos asesorando a cuatro empresas emprendedoras y trabajando en su escalamiento del negocio.
¿Cómo es el proceso de selección estratégica de ubicaciones y qué criterios son los más importantes?
Primero vemos las necesidades del locatario. Evaluamos el tipo de cliente al cual apunta y paralelamente vemos las plazas disponibles en centros comerciales y otros espacios urbanos. Tenemos que entender muy bien esas dos aristas. Cuando los centros comerciales nos informan de locales vacantes, buscamos hacer un match entre las necesidades de nuestro cliente y del consumidor final para encontrar el recinto más adecuado.
“LA TENDENCIA VA HACIA EL RESPETO POR LOS MATERIALES”
Cuando hablamos de locales gastronómicos, el diseño arquitectónico y la construcción de los espacios influyen de manera significativa en la experiencia. Así lo entienden en AOV y por eso uno de sus focos está siempre en que el look and feel, que tiene que ver con cómo se ve y cómo se siente un lugar, vaya siempre de la mano con su funcionalidad y la experiencia que entregan.
“Nuestro trabajo es hacer el puente entre lo que quiere expresar nuestro cliente y lo que espera recibir el consumidor final. Eso es sustancial para que la experiencia refleje una identidad de marca. Cuando la forma en la que se ve un lugar está en concordancia con la experiencia que ofrecen, en general los resultados son muy positivos. Te pongo como ejemplo Starbucks. La gente más que ir a tomarse un café, va a vivir la experiencia de la marca, que en el fondo representa lo que es tomarse un café en Nueva York” explica Max.
“La asesoría comienza desde una idea, desde la simple intención de hacer un local comercial o gastronómico y de ahí a poner la primera piedra pueden pasar varios meses. Todo ese tiempo no determinado es quizás lo que más complejiza este proceso, pero es muy necesario para todo lo que viene después”.
En esa misma línea, el gerente general de AOV añade que el diseño arquitectónico también juega un rol fundamental en la percepción que los clientes tienen de sus productos y en el fortalecimiento de su identidad y valores. Max profundiza en esta idea: “La arquitectura constituye toda la atmósfera en la que se desarrolla una marca. Puede ser limpia y contribuyente o tóxica para el consumidor final. Atmósfera, look and feel, diseño y producto final: cualquiera que se caiga, se cae el negocio. Es fundamental la experiencia en la que el cliente final va a consumir el producto y eso se basa netamente en el concepto arquitectónico que se propone”.
¿Cómo ven en AOV el futuro del rubro de la construcción de locales gastronómicos?
Tengo la certeza de que las personas nunca van a dejar de ir a un local comercial. Hace algunos años se abre la alternativa poder optar por un delivery de vez en cuando, pero salir a comer afuera, ir a interactuar, hacer conexión es una necesidad intrínseca del ser humano. El aislamiento no es algo natural, así que no creo que baje la demanda en la construcción de este tipo de locales.
Lo que sí vemos es que hay cambios en cuanto a las magnitudes de los proyectos. Los conceptos de grandes restaurantes o fuentes de soda, donde cada local tenía muchas mesas, se ven menos y hay cada vez más cocinas pequeñas y negocios que se pueden desarrollar en menos metros cuadrados. También se ven cada vez más emprendedores que comparten espacios para reducir costos. Creo que esto es algo positivo, porque han bajado las barreras de entrada para emprender en un negocio gastronómico. Ya no se necesita una gran propiedad ni pagar arriendos desproporcionados. Creo que ha habido un empoderamiento en los emprendimientos y muchos locales más grandes se han visto forzados a achicarse y reducir su operación.
“Nuestro trabajo es hacer el puente entre lo que quiere expresar nuestro cliente y lo que espera recibir el consumidor final. Eso es sustancial para que la experiencia refleje una identidad de marca”.
¿Qué otras tendencias actuales en diseño arquitectónico están moldeando el futuro de los negocios gastronómicos?
Antiguamente, se usaban muchos revestimientos falsos o enchapes, para hacer parecer una pared de un material distinto. Hoy, eso ya no se usa. La tendencia va hacia el respeto por los materiales, la naturalidad y la pulcritud. Hay que ser honestos en decir lo que es ladrillo, lo que es fierro y lo que es madera, sin engaños. La atmósfera de un espacio tiene que ser coincidente con su materialidad. Si es falso, se siente. Un local de madera no transmite lo mismo que un local de fibra o de cemento que parece madera. Cada material transmite una energía propia y eso es cada vez más tomado en cuenta por los locatarios.
¿Cómo planea AOV seguir innovando y manteniéndose a la vanguardia en el campo de la arquitectura comercial?
Nunca dejar de lado nuestros valores. Tenemos un servicio muy especializado donde la colaboración con nuestros clientes es fundamental. Las relaciones humanas también son clave. Es muy importante que sean colaborativas y transparentes. En AOV hacemos mucho hincapié en eso. Hemos incorporado procesos para mejorar nuestra comunicación y tenemos estándares de transparencia muy elevados. Para nosotros la vanguardia está en el respeto de los procesos, de la naturaleza y de las relaciones humanas. Por último, estamos diseñando un plan interno de construcción sustentable para locales gastronómicos, desde el diseño, la construcción con reciclaje de los materiales y manejo de residuos.
AOV
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