Con una cuidada oferta gastronómica conocida popularmente como “chifa”, el restaurante Shi-Nuá se complementa con ambientes delicadamente diseñados (en su sede en Lima y en Santiago), lo que lo erige como un atractivo referente en la fusión de sabores y experiencias culinarias en ambos países.
Pero ¿qué es la comida chifa?
Este estilo culinario surge en plena efervescencia del siglo XIX, cuando inmigrantes chinos –principalmente de la provincia de Cantón– llegaron al país incaico trayendo consigo recetas y técnicas ancestrales. En ese cruce de culturas, el arroz, las salsas y los métodos de cocción se encontraron con el picante, la frescura y la diversidad de la gastronomía local.
Cada plato chifa es una narrativa en sí mismo; un arroz chaufa que danza entre la simplicidad y el exotismo, o unos delicados dim-sum, que evocan sabores lejanos y, a la vez, íntimamente peruanos. Es una historia de encuentro, de adaptación y de creatividad.
Desde agosto de 2019 en Lima, y desde septiembre de 2024 en Santiago, Shi-Nuá toma como inspiración esta cocina popular para direccionarla hacia un concepto más fine dining; una experiencia más sofisticada en mesa.
EL ÁRBOL DE CEREZO COMO ELEMENTO DISTINTIVO
La esquina de Alonso de Córdova con Aurelio González vio renacer la antigua casa de Jerónimo en Shi-Nuá. Su remodelación a cargo de profesionales como Melissa León de Peralta, incluye una propuesta decorativa particularmente llamativa.
Uno de sus elementos centrales es el imponente árbol de cerezo, que se convierte en el centro de atención especialmente en horario nocturno, iluminado. Magia y belleza, como la floración misma del árbol, que en la cultura asiática conlleva un sentido de vitalidad y dinamismo.
Con una cuidada oferta gastronómica conocida popularmente como “chifa”, el restaurante Shi-Nuá se complementa con ambientes delicadamente diseñados (en su sede en Lima y en Santiago), lo que lo erige como un atractivo referente en la fusión de sabores y experiencias culinarias en ambos países.
Otros detalles, modernos y minimalistas, hacen alusión tanto a la herencia china como a la identidad peruana; creando una atmósfera elegante, cálida y acogedora, reforzando la idea de una experiencia única que trasciende lo gastronómico.
Su diseño abierto –que incluye una pérgola bioclimática– permite aprovechar la luz natural durante del día y, por la noche, realzar la iluminación ambiental; como la disposición de una verdadera vitrina de su diversidad de licores en barra. Una barra cómoda, amplia, protagonista. La distribución está cuidadosamente planificada para favorecer el flujo de los comensales y crear zonas íntimas sin perder el sentido de amplitud.
Es en este escenario, que compartimos la mesa de Shi-Nuá y una grata entrevista con uno de sus socios principales, José Tomás Cisternas, y su chef estrella, Juan Ozaki; de amplio recorrido en lo referido a cocina asiática en nuestro país.
LA GÉNESIS DEL PROYECTO
Cisternas, publicista de profesión y empresario gastronómico, rememora su inquietud por lo visual, por el diseño. “Siempre me gustó el cine, el diseño, la arquitectura. Lo gastronómico también, por supuesto”, recalca, trayendo a la conversación esa imagen latente de la mesa larga familiar, del aperitivo, de la sobremesa, de compartir con amigos.
“Lo que me pasa un poco con los restaurantes, que no es solamente estar preocupado de la comida, sino que de la experiencia completa. Me fijo mucho dónde se posa la luz, el cuadro, todo bien detallista”, dice.
“La calidad del servicio, primordial. La música, súper importante. A esto último, le hemos puesto harto cariño gracias a Mystify Radio, un servicio de musicalización personalizado para restaurantes”, agrega.
Uno de sus elementos centrales es el imponente árbol de cerezo, que se convierte en el centro de atención especialmente en horario nocturno, iluminado. Magia y belleza, como la floración misma del árbol, que en la cultura asiática conlleva un sentido de vitalidad y dinamismo.
Aquella mesa familiar también se asocia al primer negocio gastronómico del que formó parte –años atrás– junto a su padre, liderando el restaurant Europeo. Vanguardia, alta gastronomía, productos nativos, temporada, estrechando manos con el chef Francisco Mandiola.
Un recorrido culinario que también incluye la recepción de la marca limeña Carnal, en Chile. Casi una década de éxitos, que edificaron el mejor puente para junto a sus mismos socios –Diego León de Peralta, José Luis Misa e Ignacio Cisternas– concretar el arribo de Shi-Nuá desde San Isidro (Lima), a Alonso de Córdova 3102, Vitacura, Santiago.
“Vimos como una buena alternativa traerlo a Chile”, añade, en el mismo momento en el que Juan Ozaki asiente con un gesto y una sonrisa lo expuesto por el empresario.
EL MAR CHILENO EN SHI-NUÁ
“El chifa en Perú está bien interiorizado. Si tú le preguntas a cualquier peruano, te va a decir que lo consume desde 2 a 5 veces a la semana. Es una cocina muy popular. Y el toque que propone Shi-Nuá, va más allá aún. Presentación, técnica. Un fine dining chifa que, sin duda, fue pionero”, agrega el chef de cabecera, reafirmando una serie de elementos que adelantaban un prometedor arribo de la propuesta a Chile.
En esa línea, Ozaki pone énfasis en la innovación a partir del producto nacional: “Erizos, centolla, entre otros. Hay chino, hay peruano. Hay técnica europea, asiática, pero también está el mar chileno”. En ese sentido, después de 25 años dedicado a la cocina nikkei, este llamado de la cocina chifa vino a saciar su hambre por nuevos desafíos.
“El proyecto me encantó. Dentro de mis gustos, es de mis comidas favoritas. La disfruté desde muy niño”, reconoce el cocinero peruano. “El viaje de dos meses que hicimos a Lima para empaparnos de la propuesta fue súper enriquecedor. Y con esto te doy un dato…
Durante toda mi carrera, en la mayoría de restaurantes, siempre tuve un arroz chaufa. Cuando llegué a Shi-Nuá Lima, recién me di cuenta cómo se hacía el verdadero chaufa peruano”, relata, haciendo un guiño al público a probar el perfeccionamiento de su mano frente al wok.
Casi una década de éxitos, que edificaron el mejor puente para junto a sus mismos socios –Diego León de Peralta, José Luis Misa e Ignacio Cisternas– concretar el arribo de Shi-Nuá desde San Isidro (Lima), a Alonso de Córdova 3102, Vitacura, Santiago.
CONQUISTANDO EL PALADAR NACIONAL
Posicionándonos sobre la línea de tiempo en el segundo semestre de 2024, tanto Cisternas como Ozaki apuntan los dardos hacia la conformación del equipo, la capacitación del personal y el mantener la identidad de su restaurante homónimo en Lima, como parte de sus grandes desafíos. La búsqueda del sabor, literal, indagando a fondo en el mercado para encontrar las salsas adecuadas, los almidones correspondientes, la calidad pertinente de cada ingrediente, etc.
Aquella exploración dio con su destino final, encontrando hoy una versión madura del local y del producto en mesa. Con alegría, comentan sobre la positiva llegada al público chileno en su primer año de vida, fidelizando clientes; una de las variables más trascendentes en el rubro restaurantero.
Una carta física –que otorga cercanía a la atención– dispone una serie de dim-sum, entradas y especialidades de la casa, coctelería, postres, y las sugerencias del chef en un recientemente estrenado formato llamado: “Almuerzo Shi-Nuá”.
Una de las vedettes de la carta es el Roasted Duck; pato con piel crocante. Una preparación en base a un tratamiento especial, que incluye lavado, secado, adición de especias y otras mezclas. Una serie de técnicas, además, que determinan una pieza trozada finamente a partir del trutro corto y trutro largo por un lado, y la pechuga por otro.
Esta última, también cortada en slice, con nabo encurtido y una soya de pato; que contiene toda la base de sabor del proceso más el toque final del ajo crocante. ¡Toda una experiencia para el paladar!
En base a la receta anteriormente mencionada, otro de los platos destacados es el Pato Pekin 2 Way. Como delata su nombre, dos nuevas formas de disfrutar esta apreciada carne; pensadas para su consumo en forma de taco (pancake chino), con salsa de ciruela y hoisin. Y como salteado de pato-tallarín, combinado con choisan, cebollita china, hongos tonkú y huevo de codorniz.
Para más detalles en mesa, el Asado de Tira al Jazmín se roba las miradas. Confitado por 12 horas con ajo y otras hierbas, se le agrega una bbq china de elaboración casera que lo envuelve completamente. Su servicio consta de un plato con una cúpula cubierta de humo, a partir de un texas mint chino. Ya frente a ti, este especial de la casa es revelado para envolverte con todo su espectáculo.
Una carta física –que otorga cercanía a la atención– dispone una serie de dim-sum, entradas y especialidades de la casa, coctelería, postres, y las sugerencias del chef en un recientemente estrenado formato llamado: “Almuerzo Shi-Nuá”.
En relación al dim-sum y entrantes, el platón de degustación que consta de 16 unidades (dim-sum al vapor) y el Open Bao de Erizos, son ideales para abrir el apetito. Al igual, que los Dumplings de Centolla. Por último, el Tataki al Chasiu (láminas de atún, adobo de chasiu y otros toques), es uno de los platos predilectos de los Almuerzos Shi-Nuá.
COCTELERÍA EN SINTONÍA CON LA MULTICULTURALIDAD DE SHI-NUÁ
La barra protagonista de Shi-Nuá, a cargo de Ricardo Castillo, describe una carta de coctelería con base en lo clásico, pero con la impronta innovadora de la fusión multicultural del restaurant. Coloridos, frutales, con ingredientes más jugados como el eucalipto y el cardamomo.
Dentro de los favoritos entre los comensales, se encuentran el Peking Spritz (gin Beefeater Pink, prosecco, kiuri, zumo de limón, eucalipto) –justamente– y la Penicilina China (The Glenlivet Founders ‘whisky’, miel de jengibre, zumo de limón).
Los momentos para compartir en Shi-Nuá son parte fundamental de su andamiaje. Aquello puedes hacerlo disfrutando un Chiang-Kai-Skull (humeante mezcla secreta de Havana Añejo, frutas variadas, syrup de hibiscus, ahumado Shi-Nuá), o Shangri-Lá (Chivas Regal 13 años, piña, toronja, cordial de eucalipto, Mezcal Maguey).
Las opciones sin alcohol no se quedan atrás. Chinese Lychee (lychee, durazno, naranja, jarabe de hibiscos, soda) y Ginger Olong (té olong, miel de kion, naranja), han deslumbrado al público por su frescura.
¡Compruébalo visitando próximamente la experiencia sensorial y de sabor de Shi-Nuá!
Shi-Nuá, Peruvian Chinese
- Av. Alonso de Cordova 3102, Vitacura
- Teléfono : +569 9499 2885
- Instagram (@shinuachile)
- Web: https://shi-nua.cl/