Experiencia típica izakaya

Little Japan

Experiencia típica izakaya

Street food y cocina japonesa se reúnen aquí para invitar a una comida casual y relajada, pero muy ocupada por la excelencia de la técnica y el sabor. En este espacio de la comuna de Providencia abierto en septiembre pasado se disfrutan platos de buen nivel y asequibles, una apuesta del Grupo Gastronómico 040 que, fiel a su estilo de innovar y explorar conceptos, sorprende con esta apuesta típica nipona en el circuito gastronómico de Santiago.

Inspirado en tradicionales rincones de ciudades niponas donde las personas se congregan para compartir en un ambiente informal y en torno a la comida, muchas veces, al lado de la calle misma, Little Japan replica en Santiago el concepto izakaya, típico bar japonés.

La propuesta se desarrolla con variedad de platos, todas opciones que trabajan muy bien el sabor y elaboradas con rigor técnico, así como apegadas a la tradición. A su vez, en el afán de ser una apuesta asequible, nada en la carta supera los $11.000, habiendo promociones como la de la hora de almuerzo, donde por $10.000 se puede elegir una de las preparaciones estrellas del restaurante: el ramen acompañado de una ice tea verde.

Humberto Lafont, el chef a cargo de la cocina, comenta que cuando nació la idea de incorporar este clásico plato japonés el objetivo fue hacer un ramen llamativo y capaz de salirse del molde o estándar de lo que se podía encontrar en Chile. “Nos pusimos a trabajar bajo esa premisa y logramos un concepto que en Santiago no se conoce”, asegura el cocinero.

Lafont es un profesional formado en DUOC que suma más de 12 años de carrera, gran parte de esta desarrollada en cocina japonesa. “Desde muy joven, tuve la suerte de trabajar en barras como la de Osaka y junto a chefs como Ciro Watanabe. Así tuve una escuela y después uno se lanza con sus propias herramientas”, comenta.

 

La propuesta se desarrolla con variedad de platos, todas opciones que trabajan muy bien el sabor y elaboradas con rigor técnico, así como apegadas a la tradición japonesa.

 

Tras ganar experiencia y comenzar a hacer aperturas y asesorías, como la de Sushilab, que está entre las más recientes, el empresario gastronómico Raúl Yañez le ofreció hacerse cargo de la apertura de Little Japan. Desde entonces –cuenta el cocinero– procuró trabajar una carta con un toque diferente, de alto estándar en procesos y con ingredientes originales o locales, siempre empleados con creatividad. Así, en el caso del ramen, lo que preparan en Little Japan son tres variedades que se describen como miso ramen, receta que se caracteriza por diferentes sabores y un caldo base vegetariano con miso de elaboración propia. Se suma un tare concentrado de soya y katsuobushi, este último como uno de los secretos para el intenso sabor que alcanza la receta, aportando mucho umami y ayudando de esta forma a potenciar la sopa. “Cuando se prueba, el comensal siente el miso y, de inmediato, percibe algo diferente, se sorprende de lo sabroso que es”, asegura Humberto Lafont.

 

COMO ESTAR EN JAPÓN

Marcar diferencia fue el punto de partida en torno al proyecto que dio origen a Little Japan, luego vino la idea de desarrollarlo en torno a una línea oriental aprovechando la buena recepción que la comida japonesa tiene entre los comensales chilenos. Así lo explica Annette Bottinelli, encargada de las relaciones públicas y los eventos del Grupo Gastronómico 040, del que son parte Raúl Yáñez y Sergio Barroso.

Por otro lado, había que definir una ubicación y abrir el izakaya bar en General Salvo, a pasos de Av. Providencia y de la estación de Metro Salvador, no fue fortuito. Annette Bottinelli cuenta que, de alguna manera, los gestores tenían identificado este sector de la comuna de Providencia como una zona con suficiente potencial para convertirse en un importante boulevard gastronómico y donde, actualmente, existe un atractivo ambiente de barrio que se complementa bien con diferentes opciones gastronómicas como heladería, cervecería y también cafetería. Ahí, en ese estratégico lugar de la capital y al estilo de cualquier izakaya bar, Little Japan recibe diferentes segmentos de público todos los días de la semana, desde las 13 hasta las 22:30 horas.

 

En el caso del ramen, lo que preparan en Little Japan son tres variedades que se describen como miso ramen, receta que se caracteriza por diferentes sabores y un caldo base vegetariano con miso de elaboración propia.

 

Las familias, los universitarios, los grupos de amigos, las parejas y también los seguidores de la cultura nipona que llegan hasta aquí encuentra un espacio al aire libre protegido por quitasoles y donde se lucen los murales del artista Seco Sánchez, cuyas evocaciones de calles japonesas llenan de color el ambiente, lo mismo que las luces de neón que brillan con tipografías orientales, especialmente, al caer la noche.

Todo luce muy simple y preciso para ajustarse al concepto de una instancia casual y relajada. Las mesas llevan al máximo esa idea: están formadas por cajas plásticas de bebida apiladas y con cubierta de madera aglomerada. Se distribuyen de tal forma que el local alcanza una atmósfera muy íntima y capacidad para 50 personas.

De esta manera se disfrutan los platos que salen de una cocina abierta con diseño similar a un food truck y donde Humberto Lafont trabaja junto a su equipo para elevar el concepto de comida callejera. Con ese propósito se procuró conformar un staff de cocineros especializados en gastronomía nipona. A su vez, en su mayoría, las preparaciones son propias y se logran en la segunda cocina del espacio, al interior de la propiedad. También se hace particular hincapié en la calidad de los productos, destacando siempre que sea posible los insumos nacionales, tal como se hace en los maki que llevan centolla.

Como resultado de esta dedicación, los platos muestran técnica y sabor, en tanto la carta se define como una entretenida y diversa lista de opciones que es fruto de un trabajo de colaboración en el que también participan con sus ideas Sergio Barrosos y Raúl Yáñez.

PURA TRADICIÓN

En un comienzo, Little Japan procuró hacer una fusión entre lo japonés y lo chileno aplicando sabores o, más bien, ingredientes locales. No obstante, escuchando al cliente, se advirtió que lo que más se valora son los platos tradicionales del Japón. Fue así como el foco actual está en lo típicamente nipón y se resaltan preparaciones como el ramen. De hecho, dicen que tenemos uno de los mejores de Chile, destaca Annette Bottinelli. Para los que quieran comprobarlo, Little Japan cuenta actualmente con tres variedades, hay de miso y camarones furay; de miso vegetariano, con tofu y champiñones; y de miso cerdo chashu, plato que ocupa un corte sin hueso y mucha grasa que, cocinado tres horas en el horno junto a aliños como jengibre, soya y anís estrella, permite disfrutar una tierna carne.

A su vez, procurando satisfacer a todos los comensales, la lista de platos considera opciones veganas y sigue abierta a cambios, es así como, hoy por hoy, entre las novedades, figuran los sandos o sándwiches japoneses. Por supuesto, también se contemplan opciones estables, caso de rolls y gyozas.

Explorando la carta se encuentran las brochetas yakitori, perfectas para picar y disponibles en diferentes versiones. Por ejemplo, las hay de carne con yakiniku, algo así como una salsa para la parrilla, con ajo, soya y togarashi; también están las de camarones que se preparan con mantequilla batayaki hecha con la cáscara del camarón más algunos aliños.

 

A su vez, procurando satisfacer a todos los comensales, la lista de platos considera opciones veganas y sigue abierta a cambios, es así como, hoy por hoy, entre las novedades, figuran los sandos o sándwiches japoneses.

 

Para quienes gustan del pollo, está la versión Karaage: típica comida japonesa, en este caso, preparada con muslitos muy aliñados y marinados 24 horas para potenciar sabor, el platillo sigue una receta con todos los ingredientes gramados y tiempos de cocción precisos de manera que se llega al punto perfecto y se asegura que la carne nunca quede seca.

Los maki son lo más representativo de la cocina de autor que tiene Little Japan, según lo asegura Humberto Lafont. “Partimos sobre la base del rollo, pero como llevo muchos años trabajando en sushi me gusta marcar la diferencia y estos rolls son estrellas de la carta. El de espinaca es vegano y una bomba de sabor, lleva cebollín tempura, pimiento asado y palta de relleno. Por fuera, va una plaqueta de espinaca, gotas de aceite de trufa y salsa taré dulce”, describe el cocinero.

 

En cuanto a postres, se escogieron preparaciones que no solo completan la carta, sino que se convierten en una atractiva oportunidad para disfrutar la repostería japonesa, bastante poco común en Santiago. Se trata de preparaciones tradicionales, como dangos y mochis rellenos, el clásico postre japonés de colores.

En coctelería, Little Japan tiene un interesante espacio para proyectarse, la intención es abarcar tragos de autor y por ahora la oferta se enfoca en cócteles tradicionales, vinos y cerveza, eso, además de té verde. Y es que, en su conjunto, este izakaya se instala como un proyecto con suficiente potencial para seguir evolucionando, incluso, con posibilidades de replicarse en otros puntos de la ciudad. Se trata de un horizonte completamente factible, su formato lo permite, más todavía por el sello propio que ha sabido ostentar.

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