El mote, proveniente del quechua «mut’i», es un término genérico utilizado en distintas regiones del continente americano para referirse a granos o legumbres pelados a través del hervido con cenizas o cal y que también se conoce como nixtamalización.
El más popular es el mote de trigo, aunque también existe el mote de maíz, obtenido mediante un proceso similar y es utilizado en gran parte de Centro y Sudamérica en ensaladas, sopas, guisos y como un acompañamiento salado.
Este grano pelado se utiliza de diversas formas en la gastronomía chilena, Históricamente, el mote ha sido una bebida callejera popular, especialmente durante la época colonial, donde los vendedores ambulantes conocidos como «moteros» ofrecían esta bebida en canastas sobre sus cabezas, junto con utensilios para consumirla. Está presente en guisos, sopas y acompañamientos, por ejemplo: los porotos con mote y papas con mote, así como en la gastronomía mapuche de Chile, se utiliza para elaborar diversas preparaciones como la masa de catuto y la bebida llamada muday.
Pero probablemente el más popular y reconocido es el famoso mote con huesillos, esa bebida refrescante con jugo acaramelado de duraznos deshidratados y mote de trigo que se suele vender en puestos callejeros.
Es bonito constatar que el mote es una preparación culinaria arraigada en diversas culturas latinoamericanas, que ha trascendido en el tiempo como un elemento versátil en la cocina tradicional de la región, así es que los invitamos a cerrar el verano y darle la bienvenida al mes de la cocina chilena con un rico mote con huesillos.