Desde su fundación, hace más de 65 años, el Club de Golf Sport Francés ha sido mucho más que un simple club. Situado en Vitacura, se ha convertido en un emblema de la tradición golfística de la ciudad, entrelazando generaciones y creando un tejido social que va más allá de lo meramente deportivo.
En los últimos años, han llevado adelante una transformación gastronómica gracias a dos pilares fundamentales: Francisco Espinoza, gerente de AA&BB y Rodrigo Gracia, chef ejecutivo. Juntos, han trazado un camino que toma en cuenta y respeta la antigua usanza del Club de Golf, pero introduce también elementos de vanguardia.
Francisco, de larga carrera en el mundo de la gastronomía llegó al Club de Golf con la misión de llevar a cabo estos cambios. Según cuenta en entrevista con Chef&Hotel, lo primero que necesitaba era armar un equipo de trabajo que entendiera sus exigencias. “El Club de Golf estaba buscando evolucionar para ofrecer a sus socios una mejora en las experiencias sociales y gastronómicas. Lo primero que necesitaba para eso era tener un músculo operativo que funcionara bien e inmediatamente comencé a buscar un chef de las características de Rodrigo”.
Rodrigo ha sido la fuerza innovadora detrás de la gastronomía del Sport Francés. Con una amplia experiencia en el mundo de la hotelería –que incluye un paso como chef ejecutivo en el Hotel Park Plaza– y un profundo entendimiento de cómo debe funcionar una cocina. Su ética de trabajo y la capacidad para plasmar en un plato las ideas y sabores que imagina, hacen de él un complemento perfecto para Francisco.
“Te puedo describir nuestra carta como rica, sabrosa. Sin pretensiones ni querer mostrar algo que no somos. Queremos que los socios disfruten el plato y nos feliciten por lo rico. Encasillarnos en un concepto no va con nosotros. Hoy solo nos preocupamos de entregar un producto que esté lleno de sabor. Son platos que yo me haría en casa un fin de semana, en pareja o con amigos” dice Rodrigo.
Desde su fundación, hace más de 65 años, el Sport Francés ha sido mucho más que un simple club de golf. Situado en Vitacura, se ha convertido en un emblema de la tradición golfística de la ciudad, entrelazando generaciones y creando un tejido social que va más allá de lo meramente deportivo.
GASTRONOMÍA CON IDENTIDAD PROPIA
La renovación gastronómica del Sport Francés tiene como punto de inicio la filosofía de libertad creativa y apoyo constante por parte del directorio del Club de Golf. Entienden que la gastronomía forma parte fundamental del quehacer cotidiano de los socios y, por lo tanto, decidieron buscar personas que pudieran darle un giro a lo que se venía haciendo.
“El Club de Golf es la extensión de la casa de los socios. Este no es un restaurant cualquiera. No podemos generar cambios violentos de un momento a otro. Trabajamos para más de 1.300 socios que tiene el club, entonces debemos tener sensibilidad y no ser tan abruptos. Fuimos poco a poco tratando de explicar nuestra idea y hoy me atrevería a decir que más del 90 o 95% de los socios entienden lo que queremos hacer. Hoy el restaurant se ocupa para hacer todo tipo de reuniones y hay socios que están viniendo tres o cuatro veces por semana porque les gusta lo que estamos entregando” cuenta Francisco.
La primera parte de esta renovación fue replantear los puntos de venta de alimentos que existían en el Club de Golf. El llamado Hoyo 9, un lugar donde vendían sándwiches fríos se convirtió en una sanguchería al paso, con preparaciones como churrascos, lomitos, vienesas y pailas de huevo. También entregan la opción de que cada socio arme su propio sándwich con los ingredientes que más le gusten. La cafetería agrandó su carta, incorporando algunos platos del restaurant y se agregaron otros dos puntos de venta: una pérgola a la salida del hoyo 1 y un food truck cerca de las canchas de tenis y hockey, ambos con el objetivo de ofrecer alternativas de alimentación en lugares alejados del restaurant.
La segunda parte consistió en modificar la carta y los productos que ofrecían en el restaurant y bar Club House. Aquí es donde aparece la figura de Rodrigo Gracia. “Yo llegué con la idea de dar una vuelta de tuerca a la comida típica de un club. Lo difícil era hacer entender al socio ya mayor que había que seguir otro rumbo para satisfacer a la nueva generación que se venía incorporando. Hicimos una carta entretenida, ocupando pescados frescos, productos de temporada, reducimos al mínimo nuestro uso de congelados y nos enfocamos en los productos que nos brindaba cada estación” relata el chef.
El Sport Francés pasó de tener una comida típica de club a ser una alternativa gastronómica del sector. Pasaron de no cambiar su carta por largos años, a cambiarla cada seis meses. Francisco cuenta que hoy por hoy los socios y sus invitados los tienen convencidos de que son el Club de Golf con la mejor gastronomía de Santiago.
“Te puedo describir nuestra carta como rica, sabrosa. Sin pretensiones ni querer mostrar algo que no somos. Queremos que los socios disfruten el plato y nos feliciten por lo rico. Encasillarnos en un concepto no va con nosotros”, explica Rodrigo Gracia, chef ejecutivo.
También ofrecen una serie de eventos, talleres y actividades que fomentan la camaradería, la cultura y la diversión. De sus eventos, han hecho una marca distintiva, sin por eso afectar el funcionamiento de los otros puntos de venta que tienen. Estos van desde cenas temáticas hasta eventos especiales para fechas importantes, pasando por talleres gastronómicos, catas de vino y todo tipo de celebraciones. Francisco explica que, para cada uno de ellos, crean una carta específica, por lo que el desafío no es menor.
“Hicimos un evento para la inauguración de la piscina donde participaron todos nuestros proveedores. Toldos con diferentes propuestas gastronómicas donde el socio pagaba un ticket y podía consumir todo el día. Un escenario con música en vivo, para niños y adultos. Vinieron más de 1.200 personas. Otro fue un buffet para el día de la madre, donde vinieron más de 650 personas. También hemos hecho activaciones para el día del niño, con talleres de caramelos, canopy, una vez incluso tuvimos ponys. Los socios hoy nos exigen hacer eventos porque lo pasan muy bien «, detalla.
CON SELLO HUMANO
En el mundo culinario, las recetas y los ingredientes son esenciales, pero lo que realmente distingue a un lugar es su equipo humano. En el Sport Francés, cada miembro del personal juega un papel crucial y son el alma detrás del servicio que ofrecen.
Rodrigo no escatima en elogios para sus colegas, especialmente para su sous-chef, Alfonso Cifuentes. “Hace una labor impresionante. Yo diría que es mejor que yo. A veces pienso que duerme en el club porque es un trabajador excepcional. Es mi mano derecha, mi mano izquierda y mis pies”. Y continúa: “Nuestra chef pastelera, Fernanda Ibarra, ha sido un aporte tremendo. Tenemos una mezcla de jóvenes y adultos que ya está afianzada. Estamos unidos, celebramos los cumpleaños, hay mística. No sé si otro Club de Golf tiene más de 600 personas almorzando carta constantemente. Hoy se nos hace fácil, porque el equipo está consolidado con casi las mismas personas de hace seis años”.
“El Club de Golf es la extensión de la casa de los socios. Este no es un restaurant cualquiera. No podemos generar cambios violentos de un momento a otro. Trabajamos para más de 1.300 socios que tiene el club, entonces debemos tener sensibilidad y no ser tan abruptos”, cuenta Francisco Espinosa, gerente de AA&BB.
Francisco, por su parte, destaca también la labor de quienes están fuera de la cocina. “Tenemos dos maîtres, Patricio Rivera y Cristóbal Caro, que entendieron muy bien lo que queríamos entregar. Nuestra fuerza de garzones es muy potente y el Club de Golf se encarga de capacitarlos. Agradezco además la labor del encargado de compras, Rubens Olivares, que ve la mercadería y hace los inventarios. Hace un trabajo muy metódico y ordenado. Es una pieza clave de nuestro funcionamiento”.
La relación entre el Sport Francés y su equipo gastronómico es, sin lugar a duda, una simbiosis. El Club de Golf no solo provee el espacio y los recursos, sino que también se convierte en el principal aliado de sus trabajadores. Francisco cree que nadie del equipo llega a su casa pensando en trabajar en otro lugar.
“El Club de Golf es potente y está muy preocupado por sus trabajadores. Es una muy buena casa, da muchos y muy buenos beneficios laborales. Se nota que nos quieren ver bien. Si digo que es un excelente lugar para trabajar, me quedo corto” sincera.
Esta relación colaborativa ha sido la clave del éxito del Club de Golf Sport Francés en la renovación gastronómica que han llevado a cabo durante los últimos años. Al permitir que la creatividad fluya y apoyar a las personas que pusieron a cargo, el Club de Golf garantiza que la experiencia culinaria que ofrece esté siempre a la altura de lo que piden los socios. Un renovado Sport Francés, donde la tradición mira al futuro.
Sport Francés
Lo Beltrán 2500, VitacuraHorario: 07:00 a 00:00
Contacto: clubdegolf@sportfrances.cl
Teléfono: 227685726
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