En Tasty Free saben tomar cualquier receta y transformarla en una preparación apta para celíacos o personas con alguna alergia alimentaria. Lo hacen destacando el sabor de la preparación tradicional y preocupándose por la calidad del proceso. El portafolio actual de esta empresa elaboradora de alimentos incluye alrededor de 50 productos, contemplando una atractiva propuesta de pastelería, donde es posible encontrar tortas como Vegana, Manjarate y Hojarasca Frambuesa o Lúcuma. Asimismo, cuenta con diversidad de galletas, además de una línea de panadería con, aproximadamente, ocho alternativas, por ejemplo, los panes blancos, de molde, multigrano, de hamburguesa, para hot dogs y saborizados.
La preparación de pan es protagonista en Tasty Free y aquello responde al hecho de que se trata de un alimento demandando a diario, también por un nicho de público para el que no existían buenas opciones. Así lo advirtió Nicolás Cañete, chef creador de esta planta, quien comenta que sus clientes han catalogado su producto “como el pan perfecto sin gluten, porque está hecho por un cocinero, alguien que tiene verdadera noción de la gastronomía”.
Tras apostar por el desarrollo de pan, se pasó a la pastelería y la intención es continuar evolucionando mediante la oferta de una línea salada con platos preparados, algo que se concretaría durante el segundo semestre de este año, aun cuando ya tienen disponibles quiches y masas de pizza, además de empanadas.
Vale resaltar que el trabajo de Tasty Free está certificado por la Fundación Convivir, entidad que regula los alimentos sin gluten en Chile. Previo a la acreditación, cada receta se lleva a un laboratorio para verificar la ausencia de esta proteína y, posteriormente, a la fundación inspectora. Una vez entregada la aprobación, la misma entidad garantiza en la fábrica que todo el proceso esté libre de la sustancia. “Eso me da el derecho de portar el logo de la fundación que es algo así como la resolución sanitaria para quien tiene alguna intolerancia alimentaria”, enfatiza Nicolás Cañete.
Llegar a la excelencia en la elaboración de preparaciones adecuadas para celíacos y, además, distinguirlas por su sabor y calidad gastronómica, es resultado de un interesante periodo de aprendizaje experimentado por este chef, un profesional ligado a la alimentación deportiva y a la educación, en cuya trayectoria figura su trabajo en clubes deportivos profesionales, por ejemplo, Colo-Colo, también en la selección chilena de fútbol. Por lo demás, durante nueve años fue director de la carrera de gastronomía en Duoc y, hoy en día, compatibiliza su trabajo en Tasty Free con las tareas que le exige la dirección de la misma carrera en INACAP.
Vale resaltar que el trabajo de Tasty Free está certificado por la Fundación Convivir, entidad que regula los alimentos sin gluten en Chile
Su labor como empresario comenzó hace, aproximadamente, tres años, cuando decidió crear un emprendimiento capaz de elaborar alimentos sabrosos y aptos para quienes tienen intolerancia al gluten, todo aquello inspirado en una sobrina, quien, como celíaca, no podía compartir libremente momentos familiares convocados en torno a una comida, siempre requiriendo una alimentación especial. A juicio de Nicolás Cañete, los productos disponibles en ese momento eran bastante deficientes en calidad gastronómica; sí cumplían el objetivo de alimentar, pero era fácil encontrarse, por ejemplo, con un pan duro o sin consistencia al partir cada trozo. Situaciones como estas detonaron su motivación por lograr preparaciones adecuadas para su sobrina, muchas de estas, platos que ella nunca había probado. “Ella tiene 15 años y nunca había comido una lasaña o un pescado frito”, grafica el cocinero. Martina –recuerda el chef– era su conejillo de Indias: probaba lo que él cocinaba y, a medida que se iba encantando con los sabores que le estaba regalando su tío, no tardó en compartirlos con su grupo de conocidos celíacos.
Ante la buena respuesta, el chef comenzó a investigar y, de este modo, a avanzar en la creación de platos aptos para quienes tienen intolerancia a esta proteína del trigo y otros cereales. Su arduo trabajo derivó en la apertura de Cofree Break, restaurante que destacó como el primero a nivel local con carta de platos inocuos para comensales con patologías alimentarias, no solo con intolerancia al gluten. Ubicado en el Barrio Lastarria, desde fines de 2019, comenzó a operar principalmente con envíos a domicilio y a recibir una interesante demanda desde empresas, entre estas, algunos hoteles que quisieron tener tal tipo de recetas en su oferta.
A partir de la positiva recepción del mercado, ese mismo año surgió la necesidad de crear un centro de producción, innovación y creación gastronómica, fábrica que se transformó en la planta de alimentos nutritivos que hoy es Tasty Free, dejando a un lado la oferta en un espacio tipo restaurante, con el propósito de alcanzar más y diferentes puntos, incluidos supermercados. Gracias a este modelo, la apuesta de Nicolás Cañete ha llegado a tener una cartera de 30 clientes, contando cafeterías, restaurantes, casinos y cerca de 15 hoteles, por ejemplo, recintos de la cadena Accor y los hoteles Regal Pacific Santiago y Plaza San Francisco.
En los meses recientes, la empresa ha ido generando alianzas, como la concretada con San Camilo, cadena del rubro panadería con decenas de sucursales en la Región Metropolitana. “Toda su línea sin gluten la procesamos nosotros”, destaca el chef, quien menciona que esta tradicional firma es su principal comprador en el contexto actual, aun cuando sigue recibiendo demanda desde cafeterías y particulares con alguna intolerancia o alergia alimentaria, además de aquellos que decidieron voluntariamente sacar el gluten de su dieta.
A partir de la positiva recepción del mercado, surgió la necesidad de crear un centro de producción, innovación y creación gastronómica, fábrica que se transformó en la planta de alimentos nutritivos que hoy es Tasty Free
UNA APUESTA ASEQUIBLE
Todos los productos de Tasty Free son creados por Nicolás Cañete, no obstante, el cocinero no trabaja solo y cuenta con un equipo donde figura su chef ejecutivo y también un grupo de, aproximadamente, diez personas más: colaboradores encargados de diferentes áreas de producción, como el envasado y el etiquetado.
Asimismo, es necesario mencionar que la labor que desarrolla la empresa se aborda bajo el concepto de alimentación nutritiva y sabrosa, esforzándose por acabar con el prejuicio que define la comida sana como aburrida. A la vez, destaca el desarrollo de un concepto de inclusión alimentaria dentro de cualquier punto donde están sus productos. “Perfectamente, pueden convivir con uno que lleva gluten, manteniendo todos los resguardos para protegerlo de la contaminación cruzada”, asegura el fundador de la planta.
Para el logro de cada objetivo de Tasty Free han sido fundamentales los años de profunda investigación respecto del comportamiento de las materias primas, y lo mismo se puede decir de la constante asesoría de nutricionistas, así como del trabajo en laboratorio y de los focus group, actividades con público objetivo donde algunas de las preguntas que han orientado las acciones del centro de alimentos han sido: ¿qué platos dejó de consumir por causa de la restricción alimentaria? ¿Qué quisiera comer? ¿Qué preparaciones nunca ha probado? Todo lo anterior permite orientar las tareas hacia sabores y texturas especialmente requeridas o extrañadas por quien tiene alguna intolerancia. De este modo, según lo explica Nicolás Cañete, la creación de los productos se hace desde el paladar de alguien que –como él– conoce su sabor original. A partir de todo aquello, se inicia un investigación y búsqueda para replicar las sensaciones y sabor de esa preparación: “Pasamos horas probando fórmulas y siempre queremos, obsesivamente, lograr un producto sabroso”.
El chef también recalca un importante aspecto de responsabilidad en su proyecto: “Junto con tener una empresa de productos que –lo dicen mis clientes– destacan como algunos de los más sabrosos, me interesa que sean alimentos asequibles, porque hoy día un celíaco gasta entre 300 y 400 mil pesos mensuales en alimentación; un pan sin gluten puede costar casi 4 mil pesos y nosotros tenemos opciones de menos de 3 mil”.
La producción actual de Tasty Free es demandada por importantes firmas nacionales, además de cafeterías y clientes particulares
Esta cualidad que resalta en Tasty Free es fruto de la comunicación y compromiso logrados con los proveedores para incorporarlos al sentido social de la propuesta. En esa misma línea, sobresale un último elemento que define la apuesta del chef: tras haber instalado la fábrica en un espacio de 150 m2 dentro de la comuna de Recoleta, un lugar con estacionamiento para carga y descarga que, además, entrega mayor accesibilidad, Nicolás Cañete creó una pequeña sala de venta que abre de 10 a 18 horas, “un outlet, el primero de productos sin gluten en Chile, donde se pueden encontrar, entre otros, panes que no alcanzaron el estándar que pide determinado cliente, no en calidad del alimento, sino, por ejemplo, en el etiquetado”.
Tasty Free
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