La plataforma Lupuland, creada en el año 2018 por Felipe Pizarro (sommelier profesional y beer sommelier) y su esposa Andrea Zúñiga (bartender y sommelier) tiene como vector principal generar un espacio de apoyo para la cultura cervecera, entregando tanto educación como experiencias vinculadas a este brebaje, tanto en el plano local como importado. En su residencia en el corazón de Ñuñoa, en un ambiente rodeado de naturaleza, han dado vida a catas, asesorías y sesiones de maridaje, así como a un excepcional servicio de hospedaje centrado en ampliar nuestra concepción de las posibilidades que entrega la cerveza.
La carrera de Felipe Pizarro, que se arrastra ya desde hace 28 años, le ha llevado del rubro de la hospitalidad y servicio al mundo de los vinos como sommelier profesional y dedicado actualmente a sommelier cervecero, siendo el primero en trabajar en este campo para Kunstmann, ya en el año 1996, mientras se encontraba formando parte de Viña San Pedro.
“Aquí hay una desviación”, ríe Felipe, “Yo estaba muy vinculado al mundo de los vinos y me di cuenta de que había espacio para otras alternativas. Me gustaba mucho la cerveza y en todos mis viajes al exterior siempre aprovechaba para conocer lo más que podía del tema, porque me apasionaba”. En el año 2008, Felipe se involucró en la Asociación de Cerveceros de Chile y junto a CORFO, en la Región de los Lagos, confeccionó una guía de maridaje “probando todas las cervezas que tenían en la región”. Acotó su trabajo en el mundo del vino a un 30% y el resto lo dedicó por completo a la cerveza. “Y en ese entonces no sabía que podía llegar a vivir de ella”, reflexiona.
Así, en el año 2011, Felipe parte como Juez Director del Concurso Copas y Cervezas de América y, habiendo sido también Director académico de la Escuela de Sommeliers de Chile durante seis años, forma alrededor del año 2015 el Instituto Cervezas de América, con las carreras de Sommelier y Maestro Cervecero.
AIRB-N-BEER
El nacimiento del proyecto Lupuland en el año 2018 vino de la mano de un interés latente por la hospitalidad. “Con mi esposa siempre hablábamos de tener un hotel, o un hotelcito, con las características necesarias para alojar gente. En nuestro hogar, en la parte donde se ubicaba la casa de servicio, hicimos modificaciones y construimos tres habitaciones. Buscando un nombre y pensamos en Lupuland, porque no se nos ocurrió nada mejor”, dice riendo.
Alojando a jueces del concurso Copas y Cervezas de América se dio el puntapié inicial. “Ellos se quedaban a alojar y no solo venían por cerveza a Chile, sino que querían conocer un poco más sobre vino y otras bebidas. Era un mix perfecto, porque los belgas, los italianos, los franceses –que tienen cultura de vinos – me decían ‘¡qué rico!’. También hacíamos noches pensadas para ellos, donde les presentamos gastronomía chilena, con vino chileno, y con algunas cervezas. Podíamos hablar el mismo idioma, de igual a igual, sabiendo de ambas cosas”.
Esta propuesta, que pasó a ser la unidad de negocios original de Lupuland, fue evolucionando y cobrando vida a través de la plataforma web Airbnb, transformándose en una experiencia completamente personalizada. Creciendo de boca en boca, los clientes fueron pasando de ser exclusivamente internacionales a ser también locales, gracias al cierre de fronteras que llegó con la pandemia.
“Y cumplía varios objetivos. Nos pasó que algunos clientes llegaban y nos decían ‘yo quiero comer lenguado’. Entonces les preguntamos si lo preferían salteado o en ceviche y si estaban dispuestos a levantarse a las cuatro de la mañana para conseguirlo. Y partíamos al terminal pesquero a buscarlo y a que lo cortaran de acuerdo con su preferencia. Acá mi esposa lo preparaba y yo les planteaba si querían disfrutarlo con un espumante, o una cerveza, o un vino o un jerez”.
La posibilidad de estas equivalencias entre los distintos brebajes dejaba atónitos a los huéspedes. “Y es algo que yo veo que ocurre con mis amigos que son sommelier de vino, que recién ahora se están abriendo un poco. Yo soy súper descuadrado, porque les pregunto a ellos cuál es su mejor vino para yo buscar mi mejor cerveza equivalente, y así ponerla a pelear con la preparación que ellos quieran. Y vemos qué opción queda mejor”.
Felipe recalca la importancia de la ubicación privilegiada de Lupuland, en pleno sector de Montenegro / Emilia Téllez, en Ñuñoa. “Es que acá hay salida para todos lados, porque puedes caminar, y es un lugar rodeado de naturaleza, casi como estar fuera de Santiago”.
TO BEER OR NOT TO BEER
La segunda unidad de negocios de Lupuland nació en 2019, bajo el nombre de Domingos Dominicales. “Eso significaba que en vez de ir el día domingo a tomar tecito a la casa de la abuelita, te ibas a Lupuland a probar una selección de diez o doce cervezas. Pagas un precio fijo de veinte mil pesos y además hay comida. Lo que te toque: pulpo, tortilla de papas… Y nos sentamos con este grupo a hablar de deporte, de política…y de las cervezas”.
En estas reuniones, Felipe también aprovecha de mostrar a sus comensales una apuesta diferente: las cervezas de guarda. “Inicialmente eran cervezas que yo traía de mis viajes, y eso es una cosa que me gusta mucho. Hay gente que me dice que no se puede tener cervezas de guarda, pero a mí me gusta desmitificar y romper paradigmas. Si tienes una instancia de educación, tienes que mostrar con argumentos”, sentencia.
A partir de los Domingos Dominicales, también han realizado cenas pedidas específicamente por algunos interesados. “Tenemos tres terrazas y tres espacios independientes en el jardín. Hemos hecho cenas maridaje donde se prueban vinos versus cervezas en un menú de siete tiempos, para poder así ir mostrando la versatilidad de la cerveza a diferencia del vino, donde a veces es más difícil poder encontrar una opción, y si la encuentras generalmente son vinos de alto precio. En la cerveza siempre hay alternativas, y es entretenido cuando manejas los conceptos. Tratamos de educar en lenguaje simple y sin tecnicismos. No tiene sentido querer ser tan complejo”.
ELIGE TU TALLA
El siguiente paso lógico para Lupuland, a raíz de la pandemia y la consiguiente imposibilidad de hospedar gente o de llevar a cabo encuentros de maridaje y degustación, fue crear el concepto de cajas cerveceras y suscripciones llamado Elige tu talla. Se trata de sets de distinto tamaño y que pueden comprarse tanto en formato unitario como en suscripción, cada uno con un set que combina distintos tipos de cervezas.
“Originalmente eran solo tres cajas, en tamaños S ($17.000), M ($26.000) y L ($35.000), pero la cuarta nació para dar cabida a clientes que no se consideraban tan especialistas en cerveza. Por eso la caja Mix ($35.000) incluye vinos, espumante y cerveza, y todos son equivalentes y disfrutables a temperaturas similares. Las selecciones incluidas en las cajas van cambiando todos los meses en un cincuenta por ciento”. El precio de cada una incluye el despacho dentro de Santiago solo para las comunas de La Reina, Vitacura, Providencia, Las Condes y Ñuñoa.
Todas las cajas, a excepción de la S, incluyen además una cata online en un día a definir. La idea de cada sesión, más que hablar del contenido específico de cada uno de los sets adquiridos, es poder hablar de cerveza.
“Yo no puedo obligar a la gente a guardar las cervezas hasta el día de la cata. Se trata de saber más de cerveza y conocer los ingredientes, del uso de barrica –que es tanto o más antiguo que en el caso del vino–, de servicio, de cristalería, de cómo acompañarla, de cómo elegirlas al momento de comprar”. Estas cajas que van asociadas a una cata online vienen también con un growler, un envase especial diseñado para poder proteger la cerveza de los rayos ultravioleta, y con el cual es posible poder comprar cerveza en cualquier bar. Además, todos quienes compren una suscripción por 3 meses a Elige tu talla, reciben un accesorio sorpresa de cortesía.
OTRO VALOR
Lupuland se encuentra desarrollando desde hace un año cápsulas educativas a través del perfil de @felipeizarro en Instagram. Videos acerca de temas relativos al servicio, vinos, fermentados, decantación, espumantes y cervezas se suben todos los días martes y viernes, con la descripción de una cerveza en específico y todos los aspectos relacionados a su origen, la historia del estilo, características generales, temperatura de servicio y cristalería.
En ese espíritu, que cruza todo lo realizado en el proyecto, la página web lupulandchile.cl pronto tendrá a disposición de los interesados un listado de diez cursos a elección: dos de vino, seis de cerveza, uno de espumantes y otro destinado al whiskey. El set de cursos funciona de forma independiente a las suscripciones de cajas, ya que a diferencia de las catas online se trata de material previamente registrado y con un link único, al cual es posible acceder mediante una clave.
El acceso al material debe llevarse a cabo dentro de veinte días, e incluye una sesión posterior para resolver todas las dudas que puedan surgir entre los interesados, ya que el aprendizaje es fundamental en todo momento para el espíritu de Lupuland. Felipe, quien hoy trabaja con Lager House, es embajador de Kross (donde participa también del panel sensorial de la cervecería), y que cuenta además con las certificaciones tanto europea (Doemens) como estadounidense (Cicerone), sabe bien del desfase cultural que existe en Chile en torno a la cerveza.
“El año 2019 me tocó representar a nuestro país en el mundial de Italia, en Rimini. Ahí, los europeos tienen capitán de equipo, se van a estudiar a Munich y, por otro lado, tienen también la preparación de familias con tradición cervecera que se da generación tras generación. Eso, sin considerar que a uno le cuesta un millón de pesos el pasaje y la preparación. Si tomas todo eso en consideración, te das cuenta de que estás fuera de rango acá. Por eso, el vender es una cosa, pero poder ofrecerte educación, aprendizaje y entretención, o algo que tú puedas realmente aplicar y mostrar a tus amigos o a quien quieras, tiene otro valor”.
Lupuland Chile
Teléfonos: (+56) 9 7698 9744 – (+56) 9 9837 1294Contacto: contacto@lupulandchile.cl
Instagram: @lupulandchile – @felipeizarro